El análisis. La sensibilidad, de Juana Vacas a la Infanta

b Cuestión de dar fe. Hay vidas que discurren a golpes, como si el infierno nunca cambiara de acera. La de Juana Vacas está teñida de luto y a cada giro del destino, otro golpe si cabe más doloroso. Solo con el último tendría derecho a perder la cabeza, pero no, Juana tiene madera de superviviente y en esas anda.

    04 ago 2013 / 09:00 H.

    Un juzgado frena, de momento, la herencia macabra con la que iba a perder su casa. Esta torrecampeña iba a heredar las deudas del asesino de su hija, una vuelta de tuerca cruel más que alguien tramitó de corrido y en ese lenguaje llano y sin recovecos del Derecho. En tiempo récord se formalizó la herencia, porcentaje de pago y a otra cosa que está la Notaría llena. Aquí la cuestión de dar fe requeriría una revisión de protocolos. Juana salió del despacho sin saber que la sombra de una espada de Damocles se cernía sobre su único reducto de paz, su casa. La sentencia, que aún no es firme, da un poco de luz a una mujer que ha perdido a tres hijos en su vida y que merecería algo de sensibilidad de esos acreedores “heredados”. Esa sensibilidad que tienen, por ejemplo, esas entidades financieras capaces de buscar un puesto en Ginebra a una trabajadora en apuros, se llame Cristina, o ayudar a una humilde mujer que se llame Juana.      
     
     b Todo exprés. Rápido e indoloro. El presidente del Gobierno pronunció su nombre, Bárcenas, y el extesorero ladrón se hizo cuerpo en sede parlamentaria. Mariano Rajoy admitió su equivocación y se acabaron las citas. Democracia exprés y sin más asunción de responsabilidad. La Justicia dictaminará la financiación ilegal o no de su partido, lo que quedará para siempre son sus mensajes animosos a un corrupto cuando ya se conocían sus cuentas en Suiza. Eso, Mariano, no hay aplausos ni campaña publicitaria que lo borren.

     b La llave del Banco. A falta de sus fondos, tenemos la llave del Banco de España. Auguro otro caso de buena colaboración entre Ayuntamiento y Junta de Andalucía para tramitarlo todo con rapidez para que sea el ciudadano el que gane. Raro será que no vayamos al Conservatorio y Archivo Municipal en el tranvía.