El Almidas de Linares, un club grande dentro de su modestia
La grandeza en el fútbol se mide por la proyección de un equipo o por la dimensión de un club en los valores que fomenta y difunde. El Almidas-Cástulo de Linares es una entidad joven que ha crecido con una idea concreta: formar y divertir.
“Si ganamos mucho mejor, pero nuestro objetivo es que nuestro niños disfruten y se formen en los valores del deporte”, explica Evaristo Ballesteros, secretario del club. En ese planteamiento simple se resume la historia de la entidad, nacida hace un par de años por ese sentido de dar cobertura competitiva a un grupo de niños ilusionados en la tarea de practicar el fútbol. Ángel Martínez Collado, el presidente actual, fue el impulsor de la idea y el responsable de ponerla en práctica. Hoy en día, el Almidas es un ejemplo para muchos, por su organización y por su comportamiento. Cuenta con cuatro equipos federados (benjamín, alevín, infantil y cadete) y con otros cuatro (tres alevines de fútbol sala y un prebenjamín de fútbol siete) que compiten en las Ligas locales de Linares. El desafío para el año próximo es claro: ampliar las categorías y construir las dos que faltan: la prebenjamín y la juvenil. En este curso, la trayectoria de los equipos en competición ha sido notable. El alevín y el infantil han quedado segundos en sus categorías, el benjamín ha sido cuarto y el cadete, quinto. Todos ellos han militado en Segunda Provincial. “Para el año que viene nos gustaría cubrir todo el escalafón, desde prebenjamín a juvenil. En esas estamos”, manifiesta el secretario. De momento, cerca de 130 niños forman la estructura del conjunto linarense, que, con toda seguridad, se verá ampliada la próxima campaña. El Almidas cuenta con un presupuesto que ronda los 15.000 euros, financiados, en buena medida, con las cuotas que abonan los padres (entre 100 y 140 euros los que compiten y entre 30 y 40 los que no lo hacen). El Ayuntamiento de Linares y Caja Rural también han respaldado el proyecto con sus aportaciones, así como otros patrocinadores. Todo ello permite la grandeza de un club hermoso en su modestia.
José Eugenio Lara / Jaén