El alcalde y los plenos
José Luis Negrillo Fuentes / Desde Jaén. El insulto fácil y chabacano del señor alcalde-senador de nuestra querida ciudad que es Jaén: Fernández de Moya, ha cogido la fea costumbre de utilizar el sarcasmo y la ironía en los debates de los plenos del Ayuntamiento y los ha puesto de moda al resto de sus concejales.
Seguramente, si buscamos la definición o el significado de estas dos palabras, podremos decir que el sarcasmo es la persona que utiliza burlas mordaces y crueles con que ofender o maltratar a alguien o a algo. Y la ironía es la que utiliza un gran figura retorica que consiste en dar entender lo contrario de lo que se dice. Actualmente en los debates plenarios el alcalde-senador los exhibe con demasiada frecuencia. Muchas veces, utiliza el insulto diplomático que tiene varias razones de ser utilizado, la primera el carecer de argumentos que puedan avalar lo que quiere decir u opinar. Y segundo, simple y llanamente por carecer de la mínima noción de convivencia en grupo. Particularmente y disculpas por que hable en primera persona, no me gusta el insulto ya que conlleva al contrainsulto. Yo pienso que los sarcasmos y las ironías que utiliza cuando se dirige a los concejales de la oposición no son necesarios para un buen entendimiento. El ataque a los dos partidos de la oposición y a los concejales que los representan son hechos consumados en los plenos del Ayuntamiento y supera con creces la frontera de la sensatez, máxime si las personas en cuestión, además son autoridad o ejercen cargo representativo dentro de la colectividad civil. ¿No cree usted señor alcalde-senador que es la hora del respeto y la decencia?