El agua del pantano se cuela por los desagües en Las Casillas
Las consecuencias de las continuas precipitaciones se dejan notar en Las Casillas. El pantano del Víboras deja de ser un “atractivo” para convertirse en un “martirio” para varias familias de la parte baja de la pedanía, ya que denuncian que los colectores no funcionan y les entra el agua.
El embalse del Víboras, en el anejo de Las Casillas, estaba ayer al 47 por ciento de su capacidad, según los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de las Cuencas del Guadalquivir, Guadalete y Barbate. Es un “caso aparte”, ya que el resto de pantanos de la provincia están totalmente llenos. Pero no es porque no llueva, sino todo lo contrario. El secretario de Organización de Izquierda Unida de Martos y miembro de la Asociación de Vecinos de Las Casillas, Antonio Funes, conocedor del problema, indica que “no se puede llenar más del 55 por ciento” y explica el porqué: “Esta infraestructura no está bien hecha y si la capacidad aumentara saldría el agua a las casas. Ocurre desde hace tiempo, pero nunca se ha arreglado y parece que nadie se quiere hacer cargo”.
Atentos a las aguas del pantano viven los vecinos, especialmente los que residen en la parte baja del anejo, “cuatro o cinco familias” que han comprobado la “cara amarga” de las lluvias. “Los colectores no funcionan y hay algunas viviendas que se inundan. El agua sale por los desagües de sus casas. Incluso bajaron los técnicos porque comenté al Ayuntamiento el problema, y tenemos una reunión solicitada”, comenta. En concreto, el encuentro es entre la asociación, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Ayuntamiento. Se iba a celebrar el 25 de marzo, pero se pospuso para el próximo 15 de abril. “Incluso un vecino tiene puesta una bomba de agua para que le salga de su casa. Esto está atrancado y el problema viene desde hace mucho tiempo pero Confederación no le da solución”, precisa, y alerta de que uno de los afectados tiene un bar, y eso le origina un gran perjuicio.
No es el único inconveniente con el que cuentan. También está el suministro eléctrico. “Antes cada vez que llovía se iba la luz. Por eso empezamos a recoger firmas para pedir a Endesa una solución definitiva, y queremos llegar a las mil para entregárselas y que esto no ocurra más veces”, recalca. No obstante, apunta a que los cortes de luz ya son menos frecuentes. “Al parecer el Ayuntamiento llamó al responsable de Endesa y, por lo que sé, había un transformador en mal estado y lo han intentado arreglar. Al menos, ahora los cortes son puntuales y no de varias horas”, asegura.
Según los datos del SAIH, en lo que va de año hidrológico han caído en la zona del Víboras unos 800 litros por metro cuadrado. SILVIA RUIZ DÍAZ / MARTOS