El aceite virgen extra se vende rápido y deja más beneficios

Enrique Alonso / Jaén
La apuesta para garantizar un futuro próspero está en la calidad. El zumo de aceituna virgen extra es el que más avanza en el mercado y el único que permite establecer una diferencia considerable entre gastos de producción y precios de venta al público sin que se resienta el sector.

    10 may 2009 / 09:47 H.

    A 1,73 euros se pagó el kilo de aceite de oliva virgen extra en las operaciones a granel que se han cerrado en las cooperativas y almazaras durante esta semana. Si el precio se mantiene, resultará complicado convencer a los oleicultores de que producir zumo de aceituna de la mejor calidad es la única vía para obtener beneficios. Pese a que es un valor ruinoso, hubo tratos que garantizaron la salida de 2.006 toneladas de las bodegas en los   últimos 7 días.
    El sector ha hecho una firme y seria apuesta por la cualificación. Los cooperativistas, ahora, tienen que pagar créditos financieros después de invertir miles de euros en renovar los sistemas de molturación y recepción de aceituna. El Gobierno andaluz ha estado a su lado con una línea de incentivos que ha servido para apoyar los proyectos que se han presentado. En los molinos se ha  puesto la última tecnología, que perseguía moler la aceituna rápido y batirla en frío para que no se pierda valor. Sin embargo, el proceso no es sólo industrial. El campo también ha sufrido cambios considerables. Las cooalmazaras no pagan el mismo dinero por un kilo de aceituna que se recoge del suelo que por otro que se recolecta, directamente, de los árboles. El primero es incapaz de dar virgen extra. En cambio, el segundo, si se muele pronto, seguro que lo generará.
    denominaciones. Su misión radica en certificar que el caldo que se produce en el campo jiennense cumple todos los parámetros de calidad y trazabilidad. Por ello, además, los someten a un minucioso examen, que es la prueba definitiva antes de certificar el zumo. Campiñas de Jaén, Sierra Mágina, Sierra de Segura y Sierra de Cazorla funcionan después de conseguir el registro en la Unión Europea. En cambio, aún no están protegidas todas las hectáreas de olivar de Jaén bajo el sello y aval de una denominación de origen, ya que Bruselas no ha aceptado la solicitud de una de la Sierra Sur.
    El problema que tiene el sector oleícola jiennense es que su apuesta se refleja en el aroma y sabor de su aceite de oliva, pero no en sus bolsillos. Los beneficios por defender su condición, todavía, no han sido considerables, pese a que algunos zumos se venden a más de 30 euros por litro. El inconveniente está en que los operadores de Jaén tienen muy poco peso en la comercialización. El virgen extra que se lleva a la tienda se paga a alrededor de 3 euros, pese a que tiene el valor más bajo de la historia. En cambio, si se mete en un envase de diseño y se busca una tienda gourmets se hace, como mínimo, a 10. Pero muy pocos tienen espíritu emprendedor y cuentan con capacidad para asumir los riesgos y la inversión que requiere. De ahí que obtienen 1,73 euros por kilo. No hay que olvidar que la venta de virgen extra ha pasado de 26 a 111 millones de kilos en España en 10 años. Ahora, casi todo el mejor zumo se va en cisternas y sirve para enriquecer a otros o para “arreglar” grasas de baja calidad antes de ponerla en el mercado.