El aceite rompe fronteras

Una de las mayores amenazas que existía, hasta ahora, en el sector de la comercialización del aceite de oliva español era Marruecos. Desde que la Unión Europea abrió las fronteras, en octubre de 2012, para permitir la entrada del producto marroquí, los andaluces, sobre todo los jiennenses, empezaron a ver un competidor fortalecido por las ventajas que ofrece el país vecino para los inversores. Bajos salarios, políticas beneficiosas para el empresariado y una revolución tecnológica en toda regla hicieron presagiar el final del liderazgo oleícola de este mar de olivos. Sin embargo, las previsiones caen en saco roto, sorprendentemente, a favor del mercado jiennense. La Agencia Andaluza de Promoción Exterior, dependiente de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, confirma una inyección por parte de Marruecos de 6,5 millones de euros en la compra de aceite de Andalucía, del que la inmensa mayoría se genera en esta provincia. Una excelente noticia que confirma lo que los especialistas no se cansan de repetir: los países que producen “oro líquido” son, a la vez, los mayores consumidores. En este sentido, ya no solo es una realidad el incremento de las ventas en una época en la que hubo poca cosecha en el ámbito internacional, sino también el creciente interés por los aceites de alta gama que produce esta provincia. Es el momento de que el sector, apoyado en los mecanismos que establecen las administraciones públicas, inviertan en promocionar nuestro producto estrella en países como Marruecos, es decir, lugares en los que la economía acelera su ritmo de crecimiento y se encuentran en las mejores condiciones para afrontar su apertura al exterior.

    17 may 2015 / 09:22 H.