Carta a Industria para alertar del riesgo que corre el sector oleícola
El sector orujero de la provincia está en grave riesgo de seguir adelante la propuesta del Gobierno de reducir las bonificaciones a las energías renovables. Esta es la advertencia que el presidente de la Diputación de Jaén, Francisco Reyes, hace en una carta que ha remitido al ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. La misiva es el resultado del encuentro que el dirigente provincial mantuvo, la pasada semana, con representantes de la Asociación Nacional de Empresas de Aceite de Orujo de Oliva (ANEO) para analizar la reforma energética que plantea el Gobierno. En el escrito Reyes traslada la situación actual del sector oleícola para que "lo conozca mejor" y ponerle al tanto sobre los "perjuicios" que puede suponer la nueva normativa a la actividad que desarrollan unas empresas que "son muy importantes para la provincia". "Si no existieran las extractoras que se encargan de procesar el orujo, el sector oleícola jiennense, estandarte español en la producción de aceite de oliva, se paralizaría y provocaría la quiebra de la provincia", alerta.

Reyes insiste en que "la importancia de este sector radica en que es el último escalón en la producción del aceite de oliva", respecto a lo que detalla: "Durante el proceso de molturación, de cada 100 kilos 20 son de aceite de oliva y 80 de orujo y alperujo que hay que tratar y reciclar", pero también enfatiza en que "es una actividad potente que exporta hasta 2.000 millones de euros al año".
Para mostrar su rechazo a la norma del Estado, el presidente de la Administración provincial aporta al titular de Industria una serie de datos que refrendan lo perjudicial que esta normativa puede ser para los empresarios del orujo. "Tras varios estudios hechos por el sector para determinar los parámetros retributivos que se aplicarán, después de la aprobación de la orden ministerial, que desarrollará el real decreto para las instalaciones que producen energía eléctrica a partir de fuentes renovables, cogeneración y residuos, la conclusión es que las empresas del sector orujero entrarán en pérdidas de forma directa", afirma. A este respecto, traslada al ministro que "la reducción de los ingresos de las orujeras oscilará entre el 25 y el 35%, en el caso de las que utilizan gas natural para el proceso de cogeneración y será de hasta un 44 % menos para las que usan biomasa del olivar".
Asimismo, sostiene: "Esta nueva norma también afectará a las orujeras sin cogeneración, dado que hasta el 40% de sus ingresos anuales proviene de la venta de orujillo para la generación de electricidad con biomasa", explica. Reyes recuerda, del mismo modo, que este "no es el único perjuicio" que generará en este sector la normativa. Así, señala que "la reducción de horas de trabajo en las cogeneraciones es otro problema añadido, ya que esta circunstancia "provocaría que se paren las turbinas y no se pueda procesar y desecar todo el orujo graso húmedo existente en las balsas". Esta disminución en el tiempo dedicado a reciclar este subproducto del olivar -continua la carta- llevaría a que, en pocos años, todas las balsas de la provincia estarían llenas al inicio de la campaña, lo que imposible la molturación del alperujo", recalca Reyes, quien recuerda "el gran poder contaminante de este residuo, que hace obligatorio su tratamiento para evitar unos problemas medioambientales de incalculable magnitud". El presidente de la Diputación muestra "todo su apoyo" al sector y confía en que la carta sirva para que el Ministerio de Industria se replantee una orden dramática para Jaén.