Educar en armonía
Desde MADRID Manuel Álvarez . Estos días se está viviendo con particular intensidad el esfuerzo por erradicar la violencia en las relaciones de pareja, especialmente la violencia machista.
En tertulia de radio congresistas especializadas en la lacra de la violencia de género eran unánimes en repudiar esta forma de terrorismo íntimo y a la vez conseguir una sociedad que alcance una real igualdad entre hombres y mujeres, no sólo en las leyes sino en la vida laboral y social. Una congresista destacaba la necesidad de un gran esfuerzo educativo. Creo que ese es el camino más eficaz de conseguir alcanzar esa meta, aunque parezca un camino más lento, pero la realidad es que medidas de temor se demuestra que no son suficientes para frenar los arrebatos de violencia familiar tanto en España como por ejemplo en los países nórdicos. Es preciso arraigar una “cultura social de la convivencia familiar” donde, por ejemplo, las expresiones gracias, perdón y por favor sean algo tan natural como es decir please en inglés. Es preciso una educación en algo tan difícil como la humildad y la paciencia entre las parejas también con el resto de la familia. ¿Cómo profundizar en estos valores donde nos jugamos la felicidad personal y colectiva? pues enfocando desde la enseñanza escolar en este objetivo y potenciando los medios de comunicación en estos valores. ¡Cuantas películas de gran éxito aportan estupendos planteamientos de convivencia matrimonial y familiar! Si hemos de pagar televisiones y radio públicas, que sea para que nos enriquezcan en el esfuerzo de ser felices nosotros y los demás, ya que toda ayuda es poca para mejorar una civilización.