Educación diferenciada
Jesús D. Mez desde Girona. En Estados Unidos, en 2001 se aprobó con amplia mayoría bipartidista la reforma educativa llamada 'No Child Left Behind', uno de cuyos artículos facilitaba la enseñanza diferenciada en la escuela pública como una de las posibles medidas para mejorar el rendimiento académico. En 2006 se aprobó el reglamento que permite expresamente a las escuelas públicas enseñar de forma separada a chicas y a chicos, siempre que se dé a ambos sexos una educación 'sustancialmente igual'.
Entonces empezó la experiencia de centros o de aulas diferenciadas, para niños o niñas, en el estado de Carolina del Sur. En 2007 había 40 colegios single sex, desde entonces han aumentado, en este estado de Carolina del Sur, a 160. Otra de las razones que subyace bajo la aprobación de esta ley es el respeto a la pluralidad: ofrecer a los padres la posibilidad de elegir esta opción. Para David Chadwell, principal responsable de desarrollar el programa educativo estatal, “poder elegir libremente es fundamental para todas las personas, incluyendo a padres, alumnos y profesores. Esto les hace más responsables de los proyectos porque ellos han elegido este modelo entre varias opciones válidas. Además, en democracia, si una parte de la población solicita un modo de educar diferente, el sistema debe proveer los medios para satisfacer esa demanda”. Este tipo de enseñanza supone un desafío para los profesores, advierte Chadwell.