Economía doméstica para gestionar la ciudad

"A Jaén no lo va a conocer ni la madre que lo parió", dijo un político al referirse a los cambios que pretendían impulsar en la ciudad para esta legislatura. Si el objetivo era ese, desde luego que la ciudad no hay quien la conozca, porque, como uno se despiste, acaba tumbado en una zanja. A lo que más le temo es al resultado final, porque mira que si todo este sacrificio no vale para nada...

    13 jul 2009 / 20:02 H.

    Como ya nos ha pasado más de una vez, pues eso, que acabamos un poco escaldados. ¿Ejemplos? Me viene a la cabeza el Felipe Arche y su "trayectoria vital". De recinto ferial, pasó a parque de cemento. Después se utilizó de botellódromo extraoficial y, posteriormente, como ampliación de las instalaciones de La Salobreja. Hoy duerme el sueño de los justos esperando ante la mirada de quienes lo vemos todos los días cerrado a cal y canto. Otro ejemplo, el del paso subterráneo. Obras por aquí, colas en el tráfico por allá. Llegué incluso a escuchar que desde su apertura éramos más ciudad. Luego, cerrado.
    Yo creo que a nuestro Ayuntamiento le haría falta un poco de economía doméstica, de esa que todos aplicamos en nuestras casas. ¿Verdad que usted no está cambiando constantemente el salón a la cocina y la cocina al trastero y este último a la terraza? A veces tengo la sensación de que el dinero se invierte y se vuelve a invertir en lo mismo con suma alegría y ligereza. Tal vez sea más interesante y útil consensuar entre todos los partidos un modelo de ciudad y crecer sobre lo ya generado. Pero eso es más difícil. Mucho más difícil porque, ¿quién se cuelga luego la medalla?