Drama violento que no cesa
El drama de la violencia sexista no cesa en un año especialmente duro, con casos especialmente violentos.
En lo que va de año, se han producido 25 víctimas mortales, según los datos aportados por el Ministerio de Sanidad. Según estas mimas fuentes ministeriales, hay otros siete casos que se investigan y que podían elevar la cifra a 32. La cifra alarma porque lejos de menguar con respecto al año anterior se sitúa en una proporción similar. En Andalucía, en lo que va de año, las víctimas son ya seis. El problema, por lo tanto, está enraizado en nuestra sociedad y algunas de las medidas adoptadas por el momento no son suficientes. En este caso, la educación en valores desde la infancia en los centros de enseñanza se antoja fundamental, al igual que la concienciación ciudadana para que se deje de ser permisivo con ciertos comportamientos privados que son denunciables y que pueden evitar desgracias futuras. Son avisos que no pueden quedar en el ámbito privado y tanto las familias como las personas cercanas son fundamentales para detectarlos. No obstante, de nada sirve todo este trabajo previo si la protección a las víctimas se diluye y una vez denunciadas las parejas no se cuentan con las suficientes garantías para protegerlas. En este caso, el Estado, con su cuerpo jurídico y policial, debe replantearse sus actuaciones para que sean lo más eficientes posibles. En el supuesto, por ejemplo, de quebrar la orden de alejamiento en reiteradas ocasiones, la pena impuesta debe ser aleccionadora para evitar la repetición de estas peligrosas conductas. De igual forma, las condenas tienen que ser más duras para que donde no llegue la educación, al menos impere el miedo.