Dragones, cuentos y mazmorras

Lástima que ya dejamos atrás la edad para oír cuentos y deleitarnos con las aventuras de los ogros, los dragones y las princesas rescatadas por su príncipe azul.

    05 jun 2012 / 10:10 H.

    Pero, ¿y si no hubiéramos perdido la inocencia y aún tuviéramos monstruos tras las cortinas o bajo la cama? ¿Cómo podríamos entender la situación en la que estamos inmersos? Hace escasas horas el presidente Rajoy lanzaba mensajes de confianza para tranquilizarnos tras esas críticas semanas en las que las tensiones de los mercados, la fiesta de Bankia y la amenaza del rescate o la intervención nos pusieron contra la pared. No naufragaremos, dijo. Saldremos de la “borrasca” con una pizca de ayuda, añadió. Ya tenemos todos los ingredientes del cuento. La princesa España, acosada por su prima, esa madrastra que atiende por el masculino nombre de “Riesgo” se lanza a una huida hacia adelante, seguramente en un bajel de ágil velamen que, cree, impedirá que las tempestades que la aguardan en la travesía la hagan naufragar. Los que saben afirman que pérfidos personajes merodean al acecho de la frágil dama. El ogro Merkel, de ladinas intenciones, la hace ver que será su aliado pero ¡ay! nadie apuesta por la bondad de sus palabras ya que otras hijas de castillos cercanos sucumbieron antes a sus cantos de sirena. Cuentan que dos princesas de los alrededores, Grecia e Irlanda y hasta el lozano príncipe Portugal vieron intervenidas sus haciendas por dejarse querer. Eran tiempos en que todos los reinos corrieron a agruparse bajo el manto protector del emperador Euro pero las cuentas empezaron pronto a no cuadrar. Se avisó a los chamanes, a los gurús y a algún lunático hechicero para que discurrieran soluciones para la dama en peligro. Se les oyó discutir entre columnas sobre financiación de bancos en peligro, de recortes sangrientos a la ciudadanía, ancianos sometidos al trabajo perpetuo y de escolares y enfermos abandonados a su suerte. ¿Permitiría la princesa que se desmembrara así su reino? ¿Dónde está el príncipe que debería rescatarla? Bueno, quizá la pregunta correcta sea: ¿Quién es el príncipe? O mejor, ¿es deseable que nos rescaten? Según los consejeros, parece ser que el rescate es el peor de los escenarios posibles, así que en este cuento la princesa, España, está abocada al más negro de los futuros. Se la comerá el dragón, seguro, y también a nosotros. Claro que en todas las historias de dragones hay también mazmorras. Esos lóbregos lugares donde deberían estar todos y cada uno de los culpables de que estemos así y que, por el momento se están yendo de rositas. ¡Qué mala suerte! Para una vez que somos los protagonistas de un cuento, éste no acaba bien. ¡No hay derecho! ¡Qué nos devuelvan el dinero de las entradas!. Sí. Igual que a Bankia.
    Pedro A. López Yera es maestro