Dos pueblos unidos por el olivar

El hermanamiento entre Mora (Toledo) y Martos “va a más”. Así lo aseguran sus responsables municipales, orgullosos de renovar esos lazos de unión que se forjaron hace casi veintisiete años cada vez que los municipios celebran sus respectivas fiestas del aceite.

26 abr 2014 / 22:00 H.


Antonio Villargordo y Valentín Bravo. Figuras claves para que dos pueblos, Martos y Mora (Toledo), se uniesen en torno al olivar. Entonces eran alcaldes y decidieron estrechar lazos a través de un hermanamiento que va camino de cumplir veintisiete años. Esa relación que se forjó desde un principio se mantiene intacta en la actualidad, como quedó demostrado en la LVIII Fiesta del Olivo de Mora, que se celebra este fin de semana en el municipio toledano. Hasta el lugar se desplazaron el alcalde, Francisco Delgado, y miembros de la Corporación Municipal, que fueron recibidos por el mandatario de Mora, Emilio Bravo, hijo de uno de los impulsores de un hermanamiento sellado, cada año, tanto en esta celebración moracha como en la Fiesta de la Aceituna que cada 8 de diciembre se celebra en la ciudad de la Peña.
Ambos alcaldes, el marteño y el moracho, tienen claro que el olivar es lo que identifica a ambos pueblos, sus señas de identidad. “Nos hemos desplazado hasta Mora para cumplir con un compromiso adquirido hace casi veintisiete años, y que tiene como eje principal la cultura del olivo”, indicó Delgado, que valoró las actividades que se celebran en esta feria de Mora, como la muestra de maquinaria, la exposición de aceites y de antigüedades y el desfile-concurso de carrozas y carros engalanados, declarado de Interés Turístico Nacional desde 1962. “Nos reciben estupendamente, y este hermanamiento no es solo simbólico, sino que nos hacen una buena acogida, lo mismo que nosotros a ellos cuando vienen en diciembre”, manifestó. Pero, además, se organizan encuentros en otros ámbitos, como el deportivo. “El 5 de julio en Mora habrá unos torneos con equipos marteños. Será un día de convivencia para que se fortalezcan estos lazos”, anunció. Por su parte, la máxima autoridad de Mora valoró que esta unión “va cada vez a más”. “Estoy muy contento de que la gente de Martos esté aquí, acompañándonos. Tenemos mucho en común, somos pueblos olivareros”, declaró, y apuntó que, cada vez que se visita la ciudad marteña, se siente como en casa. “Los dos pueblos son trabajadores, humildes, con familias que tienen olivar, donde se dan bastantes jornales, lo que repercute en otros sectores”, dijo. Y, como en Martos, en Mora, donde hay cinco almazaras y dos cooperativas, la cosecha ha sido histórica. “Hemos recogido más de treinta millones de kilos de aceituna, algo bastante importante”, concluyó.