Dos permisos de extracción de gas 'amenazan' al término de Jaén
Como Torreperogil o Jabalquinto, la capital también aparece en el mapa de quienes promueven la fractura hidráulica para extraer gas del subsuelo. Los proyectos tienen nombre (Himilce 1 y 2), sus estudios ambientales están aprobados y, aunque la superficie no es muy grande, si reciben el visto bueno de la Junta, sus efectos —como alerta la plataforma 'Jaén, ciudad libre de fracking'— serían irrevocables.
Al norte del término municipal de Jaén, la solicitud de dos permisos de investigación para la extracción de hidrocarburos “amenazan” a una pequeña extensión de tierra situada en el límite entre los municipios de Mengíbar, Cazalilla y Villargordo. Se trata de los proyectos Himilce 1 y 2 y su promotora es la sociedad limitada Oil & Gas Capital. Pidió los permisos en el año 2011, sus estudios ambientales han recibido el visto bueno por parte de la Delegación Provincial, la tramitación administrativa está concluida y, aunque todavía están pendientes de aprobación por parte del Gobierno autonómico, la plataforma local “Jaén, ciudad libre de fracking” alerta del peligro “real”, para la salud humana y para el medio ambiente, que supondría ponerlos en marcha.
Esta técnica, que numerosos expertos califican ya como la nueva burbuja especulativa, consiste en la fracturación de la roca madre (pizarras y esquistos). con el fin de extraer de ella gas natural. Para ello, emplean una técnica de perforación mixta por la que, en primer lugar, se perfora hasta 5.000 metros en vertical y, después, entre 2 y 5 kilómetros en horizontal. En ese momento, se inyecta agua con arena (98%) y una serie de aditivos químicos (2%) a gran presión que hacen que la roca se fracture, liberándose el gas, que asciende a la superficie a través del pozo. Este sistema lleva años aplicándose en Estados Unidos y, como advierte, desde “Jaén, ciudad libre de fracking”, la licenciada en Ciencias del Mar y Ambientales, Sara Martínez, sus efectos nocivos están más que constadados.
Graves afecciones a la salud humana, como el riesgo de enfermedades cancerígenas; contaminación de suelos o alteraciones del paisaje son algunas de sus consecuencias, por no hablar del “agravamiento de la sismicidad” que ya existe en determinadas zonas o de sus efectos sobre las aguas superficiales y subterráneas, que podría conllevar la “ruina del olivar”. “La sobreexplotación de acuíferos y de otras fuentes de agua potable y de regadío, en competencia directa con las poblaciones afectadas y sus actividades agrícolas y ganaderas puede acarrear la pérdida de una de las zonas de mayor producción del aceite de oliva: La Loma”, se lee en el manifiesto de la plataforma provincial antifracking, de la que bebe el colectivo local.
“Jaén, ciudad libre de fracking” se constituyó, el pasado 7 de noviembre, como “expresión ciudadana de la lucha contra esta técnica en la capital, cerca de los centros de decisión institucionales”, y está formada, además de por personas a título individual, por diferentes colectivos. Entre ellos, EQUO Jaén, la asamblea local de IU, Ecologistas en Acción, Frente Cívico Somos Mayoría, Iniciativas Andamios para las Ideas y la Asociación para la Integración ASI Jaén.
Entre sus primeras acciones, defendieron una moción para declarar la capital como ciudad libre de fracking. La medida recibió el apoyo de IU y del PSOE, pero el PP la tumbó con su mayoría absoluta. Aparte, se han reunido con colectivos agrarios con el fin de hacerles saber los riesgos que entraña el fracking. Una labor de sensibilización que continuarán este mes, después del parón navideño, puesto que, aunque estos dos permisos aún no se han concedido, la amenaza será real mientras no exista una ley de prohibición de la fracturación hidráulica tanto en Andalucía, como en España.
Nuria López Priego /Jaén