Dos mujeres hurtan dinero y oro a un hombre en Espeluy

Aviso a navegantes. Los vecinos de Espeluy están sorprendidos por la sustracción, ocurrida en plena vía pública, de la que fue víctima un pensionista. El hombre, Manuel Galán, de setenta y ocho años, acababa de salir de la delegación de una conocida entidad financiera, unas instalaciones que abren una vez a la semana para atender al vecindario.

16 nov 2015 / 10:34 H.


En el lugar, el espeluseño consiguió cuatrocientos euros para los gastos de la casa, un importe que llevaba en un bolsillo dentro de la cartilla. Cuando iba por la calle se le acercó una mujer, que le pidió que firmara un documento para apoyar a los niños desfavorecidos. Galán se detuvo para atender el requerimiento y, en esos momentos, apareció una segunda joven. Poco después de percató de que había sufrido un hurto. En concreto, le había desaparecido el dinero, así como una cadena de oro que llevaba. Lo primero que hizo sospechar al hombre es que las dos autoras materiales de los hechos huían de manera precipitada, en un coche negro, en compañía de un varón que las esperaba.
Una hija de la víctima explica que las responsables eran dos féminas que iban vestidas de oscuro. La alcaldesa de Espeluy, Manuela Cobo, subraya la habilidad con la que perpetraron el hurto las dos mujeres, al parecer de nacionalidad rumana. La responsable también destaca que, a raíz del suceso, la Guardia Civil acude con frecuencia a dar una vuelta por el casco urbano. Por ahora no se tienen noticias acerca del paradero de los tres implicados.
La sustracción causó cierto revuelo en el pequeño núcleo, con apenas unos centenares de vecinos que, a pesar de la presencia esporádica de mendigos que van de casa en casa, no están acostumbrados a este tipo de situaciones. De hecho sí se tenía conocimiento de tirones en lugares próximo como Mengíbar, pero no en el municipio espeluseño. El asunto se ha difundido por la comarca a través de las redes sociales.
Los hechos han sido denunciados ante el Instituto Armado, que realiza indagaciones para localizar a los responsables. Todo apunta a que la autoría corresponde a una de las bandas de carácter itinerante que se dedican a delitos similares. Se trata de grupos compuestos por un hombre y varias mujeres —en general vestidas de una manera provocativa—. El grupo suele elegir a personas mayores, por lo general varones, porque saben que son más vulnerables. Aprovechan su destreza para hacerse con el dinero y los objetos de valor que están a su alcanza. Para ello, consiguen confundir a la víctima. En algunas ocasiones los afectados no llegan a denunciar, al sentir vergüenza y porque el importe sustraído no es, habitualmente, muy elevado. Hechos similares han acontecido en municipios como Alcalá la Real y en varias provincias.