Dos mayores discapacitados piden el arreglo de una calle

Protesta de una familia que atraviesa una situación incómoda, un condicionante en su día a día. Dos mayores discapacitados tienen que salir a la calle por la cochera de su edificio —Góngora, en el número 6 de “Patrocinio de Biedma”— debido al mal estado del segmento de calle que hay justo enfrente de su portal. Carolina Sánchez, la nieta del matrimonio de ancianos, registró, con la ayuda de un administrador, una nota en el Ayuntamiento para avisar del problema. De momento no hay respuesta ni visos de una mejoría necesaria a corto plazo.

19 oct 2015 / 10:10 H.


Las baldosas del acerado entre el garaje por el que la pareja accede y abandona el hogar con la ayuda de su hija, Francisca Fernández, y el que está ubicado unos metros a la izquierda están muy deterioradas. “Hundidas algunas y otras, levantadas”, describe Carolina Sánchez. La superficie “luce”, en efecto, muy irregular. “Ya ha habido casos de personas que se han caído. Pero no me consta que alguien haya denunciado”, especifica la jiennense a este periódico. A la joven de veintidós años le preocupan sus abuelos, que residen en un bajo. Gregorio Fernández tiene noventa y dos años y se desplaza en silla de ruedas. Su esposa, Gregoria Martínez, encara las ocho décadas y necesita un andador para moverse con cierta autonomía.


La hija de ambos no concibe que aún no haya un remedio para que sus progenitores puedan ir a la calle por el portal del edificio. “Me dirijo a ustedes —al Ayuntamiento— para comunicarles que el estado de salida de la acera de la comunidad donde resido es penoso, con baldosas levantadas y con un gran desnivel”, reza el texto que envió, recientemente, junto con un informe médico. “Es un hecho que ocurre desde hace años. Continúa igual y cada vez peor”, ahonda el escrito al que ha tenido acceso Diario JAÉN. Fernández trabaja como limpiadora por las tardes. Por las mañanas tiene otra ocupación: atender a sus padres. “Ella no puede estar todo el tiempo con mis abuelos. Y el asunto de la calle nos preocupa especialmente ahora, con el mal tiempo y la lluvia. El acerado se pondrá, seguro, peor”, dice.


Tanto la madre como la nieta de Gregoria Martínez y Gregorio Fernández confían en que el documento médico surta efecto. “Cada quince días vienen profesionales sanitarios a hacerle cuidados en el pie a mi abuelo. Conocen perfectamente la situación”, agrega Sánchez. La familia espera un arreglo “pronto”.