Dos detenidos por robo salen libres porque el fiscal no acude a la vista

“Son gente peligrosa, cuya participación en algunos hechos delictivos está probada. Hemos tenido a varios policías en las últimas semanas trabajando a tope para poder detenerlos y, ahora, quedan libres porque el fiscal no se presenta en el juzgado y, por lo tanto, no ingresan en prisión”, se lamenta Daniel Salgado, el máximo responsable de la Policía en Jaén. La proclama no es nueva. El pasado día del patrón, el comisario se dirigió directamente a jueces y fiscales: “No somos el enemigo. El enemigo está ahí fuera”, dijo en su discurso institucional.
Ahora, Salgado vuelve a la carga después de que dos conocidos delincuentes de la capital quedaran libres porque la Fiscalía no pidió que ingresaran en prisión. El primer caso es el de Soufiane S., un joven de origen marroquí que, a sus 18 años recién cumplidos, ya acumula ocho detenciones por robos. Los agentes del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) de la Comisaría le pusieron las esposas el miércoles por su supuesta implicación en un asalto violento a una mujer en un garaje de la calle Fernando IV de la capital. La víctima fue abordada por la espalda, presuntamente, por Soufiane S., que le tapó la boca y la tiró al suelo, según figura en la denuncia. Seguidamente, un cómplice le arrebató el bolso, en el que llevaba sus pertenencias. La mujer, que sufrió lesiones leves, reconoció a Soufiane S. como uno de los asaltantes. Este joven ya fue detenido en verano acusado de pertenecer a una banda que entraba por la noche en las viviendas de la capital para robar cuando sus inquilinos estaban dentro. En aquella ocasión también quedó en libertad.
El otro caso está protagonizado por Manuel M. M., que tiene 44 antecedentes previos a sus espaldas, casi todos por robos y lesiones. Las cámaras de seguridad de una tienda de muebles en la que, presuntamente, entró a robar el pasado 31 de octubre lo grabaron en plena acción. También dejó sus huellas en un bar asaltado en la misma noche. Tras una laboriosa investigación, la Policía logró detenerlo. Ayer quedó en libertad.
“Hemos invertido mucho tiempo y dinero para poder cerrar estas operaciones. Es una pena que queden libres, porque, lo más seguro, es que vuelvan a delinquir”, concluye el comisario, que se reitera en su petición de “implicación”. Rafael Abolafia / Jaén