Dos años de cárcel por asaltar a una joven y hacerle tocamientos

Rafael Abolafia/Jaén
Laudelino S. N., un vecino de Marmolejo de 30 años, aceptó ayer una condena de dos años de prisión como autor de un delito de agresión sexual y otro de atentado. Reconoció que abordó a una joven a la salida de una discoteca y que, una vez detenido, agredió a un guardia civil en los calabozos del cuartel.
Laudelino S. N., de 30 años, se tapó la cara con sus manos esposadas al salir del calabozo de los juzgados. No quería que lo viesen. Después, en el banquillo de los acusados, agachó la cabeza y, con un hilo de voz, dio el visto bueno al acuerdo de conformidad que había alcanzado su abogado con la fiscal Gloria Rodríguez Velasco.

    21 may 2009 / 10:38 H.

     Laudelino S. N. tendrá que pagar con dos años de cárcel lo que hizo el día de Navidad de 2008. Según él mismo reconoció, alrededor de las siete de la mañana, asaltó a una joven que acababa de salir de una discoteca, donde había estado de fiesta. Primero, le llamó la atención. La mujer siguió su camino sin hacerle caso a ese hombre que, a continuación, empezó a seguirla por la calle. Lo siguiente que hizo Laudelino S. N. fue abalanzarse sobre la víctima. La agarró fuertemente por los brazos. En un primer momento, intentó besarla en los labios. Después, le tocó los pechos por encima de la ropa. Por último, metió las manos por debajo de su falda y llegó a tocarle los genitales. La joven se defendió con uñas y dientes. Logró escaparse porque le dio un golpe en la cabeza con una cámara de fotos que llevaba. Como consecuencia de la agresión sexual, la joven sufrió un estrés postraumático. Las fechorías de Laudelino S. N. no terminaron ahí. Con la descripción que dio la víctima en su denuncia, la Guardia Civil le puso los grilletes pocas horas después. Ya en los calabozos del cuartel del pueblo, el detenido se puso muy violento. De hecho, agredió a uno de los agentes, al que propinó un golpe en la cara. Le rompió las gafas con el puñetazo y le causó heridas leves, que necesitaron una primera asistencia médica. Además, insultó y amenazó de muerte a otros funcionarios, que tuvieron que reducirlo. Desde entonces, Laudelino L. N. ha estado en prisión preventiva, a la espera del juicio, celebrado ayer. Ante su señoría, el acusado reconoció su culpa. Lo hizo para conseguir una importante rebaja en el castigo. De hecho, la Fiscalía solicitaba una condena de cuatro años y medio de prisión por delitos de agresión sexual y atentando. La acusación particular, ejercida por la mujer asaltada, era mucha más severa en su petición y reclamaba siete años de cárcel. Finalmente, la pena se quedó en dos años, uno por cada una de las infracciones. Además, tendrá que indemnizar a la víctima con 2.000 euros y al guardia civil, con 135 por la rotura de las gafas. Su abogado, además, solicitó a la titular del Juzgado de lo_Penal número 1, Valle Elena Gómez, que considere la sustitución de la pena de prisión por un multa. En su hoja de antecedentes, ya le consta una condena previa por un delito de robo con fuerza. Mientras se resuelve el procedimiento, Laudelino L. N. volvió al Centro Penitenciario de Jaén de la misma forma en la que llegó al juzgado: tapándose la cara con sus manos esposadas.