Donde se desnuda la historia
Bajo toneladas de tierra se conservan tesoros y bellas historias de la que fue una de las ciudades más importantes de la antigüedad, Cástulo. Al sur de Oretania, a la orilla de un Guadalquivir navegable y sobre una colina que divisaba un fértil valle, se erigió durante siglos una célebre ciudad al amparo de la riqueza que le proporcionaba la agricultura y la minería de la zona. Ciudad-estado, con momentos de gran prosperidad, la primera en acuñar su propia moneda, y que llegó a tener más de cuarenta mil habitantes. Lentamente se desnuda la bella Cástulo, acariciada por los pinceles de profesionales amantes de la arqueología, y deja entrever los vestigios de aquella gran ciudad, habitada por iberos, cartagineses y romanos. Ciudad del amor, donde el gran capitán Aníbal se rindió a la hermosa Himilce, lo que permitió consolidar lazos de unión con Cartago. Cada metro de tierra es una página de historia de un libro que ansiamos leer. Al pasar esas páginas, nos adentramos, siglos atrás, en la cultura de nuestros antepasados.
Cada temporada, este lugar nos obsequia con una maravilla que nos hace más afortunados a los habitantes de este Paraíso Interior. Primero fue el mosaico de los amores, hallado en magnífico estado, con escenas mitológicas del Juicio de Paris y el de la diosa Selene.
Sin duda, un símbolo y atractivo turístico de la provincia. Después, Cristo resucitó, en pequeños fragmentos de vidrio que resultaron ser una inédita patena paleocristiana del siglo IV.
Recientemente, se descubrió una gran escultura de un fiero león del siglo II antes de cristo, que aumentaba la extensa galería de tesoros. No debe faltar el apoyo y reconocimiento a la labor que se lleva a cabo por los grupos de investigación en Cástulo. Fruto de este reconocimiento es el Premio Jienense del Año en la modalidad de Cultura. Solamente ha sido excavada un cuatro por ciento de la superficie de aquella ciudad, con lo que aún nos quedan muchísimos capítulos por leer. En Cástulo, la historia continua.
Cada temporada, este lugar nos obsequia con una maravilla que nos hace más afortunados a los habitantes de este Paraíso Interior. Primero fue el mosaico de los amores, hallado en magnífico estado, con escenas mitológicas del Juicio de Paris y el de la diosa Selene.
Sin duda, un símbolo y atractivo turístico de la provincia. Después, Cristo resucitó, en pequeños fragmentos de vidrio que resultaron ser una inédita patena paleocristiana del siglo IV.
Recientemente, se descubrió una gran escultura de un fiero león del siglo II antes de cristo, que aumentaba la extensa galería de tesoros. No debe faltar el apoyo y reconocimiento a la labor que se lleva a cabo por los grupos de investigación en Cástulo. Fruto de este reconocimiento es el Premio Jienense del Año en la modalidad de Cultura. Solamente ha sido excavada un cuatro por ciento de la superficie de aquella ciudad, con lo que aún nos quedan muchísimos capítulos por leer. En Cástulo, la historia continua.