Doña Ángela “zoquetea”
Ha comenzado el curso político, judicial y académico. Según contemos los años de crisis, será el año de nuestra graduación o el año de la licenciatura. Nuestros representantes deberían ser expertos ya no solo en Economía, sino en “mercados”, en recortes y en convencernos de que todo esto es por el bien de los ciudadanos y por el bien de España. Dicen que sin recortes no hay futuro.
Por eso, en estos días, los del pelotón de los torpes, recibimos a doña Ángela Merkel, máxima y primera apóstol, casi “papisa de los recortes”, azote de los sureños europeos y de la forma de vida mediterránea. Doña Ángela no solo viene a ver a su tropa conservadora, a infudirles ánimo y a supervisar si la cosa la están haciendo regular o mal, es obvio para todos, e incluso para ella, que bien no la pueden hacer. Doña Ángela viene también como corregidora, ama de llaves del Banco Central Europeo, canciller de la Alemania Unida, líder del pensamiento económico único del último decenio, furibunda fustigadora de “esos vagos y desorganizados sureños que están siempre cantando y bailando”, o como diría un líder nacionalista vasco: “que están todo el día tocando la guitarra”. A doña Ángela le pasa lo mismo que a este nacionalista vasco: “está harta de los fiesteros y de los tumbados al sol”. No se fija, ni se para a pensar que la realidad es que la mayoría no sabemos tocar la guitarra. Da la impresión de que la Merkel no cree que todo lo sucedido hasta ahora haya sido suficiente para meternos en cintura. Cuatro años no es nada, yo creo que nos exigirá más. Ahora bien, las personas que van así de “sobradas” nunca me han gustado. No puede ser que ella sea tan lista y le vayan las cosas tan bien y los demás seamos unos burros. La inteligencia y el sentido común no pueden ir tan ligados a la geografía. No todo lo bueno y sabio puede estar solo en el norte. Ya ha perdido el partido de la canciller la mayoría que tenía en todas las regiones en las últimas elecciones. La austeridad y el ahorro han sido unas virtudes que nos ha recalcado e inculcado. También el no gastar más de lo que tenemos o somos capaces de generar. Pero el extremo al que está llegando con su doctrina está provocando la asfixia al sur de Europa, de modo que se está volviendo contra la propia Alemania. El desprendimiento y la generosidad a favor de Europa y la grandeza de miras de los anteriores cancilleres de Alemania es lo que hizo crecer a este país en las últimas décadas, otorgó al país el pedestal desde el que ahora ella nos mira y facilitó la unión de “las dos Alemanias”. Por eso sabemos que lo de esta señora no solo es miopía, ya es “zoquetear”.
Francisco León Valenzuela es abogado