DOLORES MOLINA ZAFRA. "Buscaba romper con la idea de típica taberna de barrio"

MARIAM LÓPEZ
Dolores ha creído en las posibilidades del casco antiguo, del Barrio de San Juan, para invertir todos sus ahorros en su Café-Bar “El Carmen”. Le atrajo de este lugar ser la cuna de su fallecida madre, el encanto de sus calles y la cordialidad y amabilidad de sus gentes. Piensa que este rincón de Jaén sigue siendo desconocido porque, sobre él, pesan falsas leyendas urbanas que nada tienen que ver con la realidad. Como vecina que soy de ese mi barrio bonito, le debo mi reconocimiento por apostar e invertir en él, para intentar modernizarlo y hacerlo conocer un poco más.

    12 feb 2012 / 10:49 H.

    —¿Cómo surge la idea de abrir “El Carmen”? Y dígame, ¿tenía experiencia anterior en el sector de la hostelería?
    —El inicio de este proyecto podría decirte que arranca en la figura de mi madre, ella era de Jaén, en concreto, de este barrio del casco antiguo. Muy joven se fue a trabajar a Madrid y allí nacimos todas sus hijas. Con los años, volvimos a Jaén y aquí mi madre montó varios negocios de hostelería. Yo ya con 11 años quería ayudar a mi madre y me tuvieron que poner una tarima porque no llegaba ni al grifo. Entonces es algo que desde pequeña llevo en la sangre. Con los años me volví a marchar de Jaén, esta vez a Barcelona, donde he estado 14 años trabajando en distintos sectores, también en la hostelería. Allí conocí a Alberto, mi actual pareja, con el tiempo, ambos nos quedamos en paro. Él porque su empresa quebró tras muchos años y yo, por otros motivos, y como el trabajo estaba tan mal y yo había heredado este local de mi madre, con los pocos ahorros que ambos teníamos decidimos invertirlo aquí en Jaén antes que en otro sitio. Y bueno, invertirlo claro está en el local que me había dejado mi madre aquí en el casco antiguo, con la intención de intentar revalorizar y levantar un poco más esta zona, porque yo me fui hace muchos años de aquí y he vuelto y para mi sorpresa lo encuentro todo igual, y he creído que era hora de darle un aire más moderno, haciéndolo con mucho tacto y mucho cariño.
    —Contrasta la imagen de este bar con el entorno del casco antiguo, ¿por qué este aspecto tan innovador?
    —Tal vez porque vengo de Cataluña y allí hay una constante innovación en todos los aspectos y en el hostelero mucho más porque hay que captar la curiosidad de la clientela, el cambio es continuo. Y eso es lo que yo buscaba para este lugar tan histórico de Jaén, darle más variedad, romper con la típica taberna de barrio, de chato de vino, que no quiere decir que no se ponga en el mío, pero en un bar distinto, con una decoración y un ambiente innovador. El casco antiguo en cualquier ciudad que vayas es donde se encuentran las joyas arquitectónicas, culturales e históricas de una ciudad, entonces, por ello, ha sido mi empeño en que “El Carmen” no pase desapercibido aquí. Este local no solo se ha llevado todos mis ahorros, sino que también tiene depositado todos mis sueños de lograr ir poco a poco dando vida a este barrio de San Juan, por ser el barrio que vio nacer a mi madre y porque creo que merece una inversión y una ayuda para que sea más valorado y conocido. El casco antiguo tiene que conservar su encanto, que lo tiene desde hace siglos, pero esto no está reñido con modernizarlo un poco, traer gente nueva, darle el reconocimiento y la clase que este barrio tiene.
    —¿Cree que con los tiempos de crisis que corren no ha sido una apuesta demasiado arriesgada abrir un negocio como este en una zona como esta?
    —En general, sea el negocio que sea, se piensa mucho a la hora de abrir uno, tal y como está la situación. Es muy difícil hacer algo como lo que yo he hecho. Como te he comentado, he estado 14 años trabajando fuera, ahorrando, y me he dejado hasta el último céntimo en este café -bar. No es fácil, como se dice, “liarse la manta a la cabeza”, pero yo tenía claro que quería tener mi propio negocio, que quería que fuera aquí y que si te pones a pensarlo, no lo llegas a hacer. Es cierto que aquí la gente es muy buena, pero sigue teniendo una mentalidad algo más cerrada, pero yo soy conocida en la zona y he sido muy bien acogida. Además, soy una mujer muy luchadora, nunca me ha dado miedo nada y creo en las posibilidades de una zona tan bonita como en la que, por suerte, me he establecido.
    —Hablando de lo moderno y lo tradicional, ¿están reñidos en su negocio o conserva la costumbre de algo tan típico como las tapas?
    —Las tapas no se pueden perder, es algo muy genuino de Andalucía y, especialmente, de Jaén. El aire moderno que he querido dar a mi negocio no está reñido con lo que la gente quiere y que es una tradición de esta tierra. A pesar del aire modernista del local, aquí se dan desayunos; a mediodía se puede alternar en un buen ambiente con variedad de tapas, raciones y platos combinados y, por la tarde-noche, esto se convierte en un lugar ideal donde tomarse tranquilamente con la mejor música unas copas, y siempre manteniendo los precios de la zona, es decir, precios bajos.
    —¿Recomienda un día a la semana en particular para visitar “El Carmen”?
    —Mi consejo es visitar este barrio tan emblemático y bello del casco antiguo, con tanto encanto, cualquier día de la semana, pero animo a las familias, ahora que pronto llega la primavera, a pasear por él y conocer su historia y sus monumentos y, por supuesto, si quieren hacer un alto en mi bar, pues serán bien recibidos. Tengo solicitada en Urbanismo la licencia para colocar de cara al buen tiempo unas mesitas en la calle para que quien quiera tomarse algo tranquilamente en una terracita también pueda hacerlo. También para darle un poco más de ambiente a esta zona, que anda un poco apagada. De “El Carmen”, recomendaría los lunes, que es el día de la cerveza. Por ejemplo, tenemos el tubo con tapa a 1,20 euros y, entre mis recomendaciones  especiales, los desayunos. Hacemos una amplia variedad de tostadas gratinadas, de zurrapa, bacon y queso y salmón, entre otras muchas, y también tenemos torrijas. En fin, damos unos desayunos muy completos y variados.
    —¿Cree que hay mucha gente que como usted apueste tanto por mejorar el casco antiguo o se necesita mucha más inversión en esta zona?
    —Esta zona sigue necesitando ayuda, siguen siendo barrios desconocidos en nuestra propia ciudad, a pesar de su belleza. Creo que simplemente es porque se habla de ellos cuestiones que nada tienen que ver con la realidad. En otras ciudades, el casco histórico lo tienen en palmito y, sin embargo, parece que aquí no se reconoce lo que tenemos, no se le da el valor que tiene, por eso si desde quienes tienen el deber de hacerlo crecer, invertir en él y darle el esplendor que merece no se hace, tendremos que intentarlo sus vecinos, y si yo puedo contribuir a ello de algún modo por ser el barrio de mi madre, pues me enorgullezco de ello.