Doce años sin Camilo José Cela
El hijo de Camilo José Cela, el prestigioso antropólogo Cela Conde, se lamentaba hace un par de años de que el Nobel de Literatura y máximo exponente de la novelística de posguerra, había 'desaparecido de los ambientes literarios' y apostillaba que, muy probablemente, 'la faceta más mundana' le estuviera pasando factura.
Creo, honestamente, que al catedrático de las Islas Baleares se le habría de dar toda la razón y otorgar a su padre —doce años después de su fallecimiento—, ni más ni menos que el lugar que legítimamente le corresponde. La realidad, no obstante, va por otros derroteros: un concurso de microrrelatos —por parte de la fundación que lleva su nombre— y una misa, han sido más que suficientes para “despachar” su recuerdo. No hace mucho, en el cóctel que sucede al acto del Premio Cervantes, otorgado al poeta chileno, Nicanor Parra, un servidor tuvo la oportunidad de saludar nuevamente al señor don Víctor de la Concha, actual director del Instituto Cervantes y exdirector de la Real Academia Española, así como a la princesa Letizia con quienes pude intercambiar sendas conversaciones a este respecto. Tanto a uno como a la otra les di a conocer —en una grata conversación—esa parcela desconocida del Nobel, la Dictadología tópica, y de la que muchos, incluso los que adoran su obra, no han tenido jamás noticia. A ver si es verdad que los apoyos prometidos de las autoridades competentes se puedan llevar a cabo con prontitud y así evitar que la memoria de un grande de nuestra Literatura pase de “castaño” a oscuro.
Gaspar Sánchez/ Escritor