Diversión y compañerismo para dar la bienvenida a los Erasmus

Luisa Moral /Jaén
No sólo de fiesta viven los estudiantes Erasmus, aunque, sin duda, se trata de un añadido para hacer de la movilidad internacional una experiencia inolvidable para quien la solicita. Y de eso saben mucho, precisamente, en la asociación ESN de la Universidad de Jaén que, para lograr que los extranjeros que llegan a la provincia no olviden nunca su paso por ella, desarrollan una intensa labor que requiere muchas horas de trabajo y grandes dosis de imaginación.

Luisa Moral /Jaén
No sólo de fiesta viven los estudiantes Erasmus, aunque, sin duda, se trata de un añadido para hacer de la movilidad internacional una experiencia inolvidable para quien la solicita. Y de eso saben mucho, precisamente, en la asociación ESN de la Universidad de Jaén que, para lograr que los extranjeros que llegan a la provincia no olviden nunca su paso por ella, desarrollan una intensa labor que requiere muchas horas de trabajo y grandes dosis de imaginación.
Por eso, este curso, en una de las reuniones mantenidas por los quince miembros que la componen se optó por diseñar una bienvenida a lo grande, aunque, debido a los preparativos, no pudo celebrarse al comienzo de curso. Al programa lo denominaron “Welcome Week” o lo que es lo mismo, “Semana de Bienvenida”, una iniciativa que conocieron a través de otras asociaciones ESN del resto del país que ya la llevaban a cabo. Como explica la responsable del colectivo, Alicia Sánchez, era una forma de concentrar los actos que se preparaban aisladamente para entrar en contacto con los jóvenes a su llegada. Y al parecer, la idea de una celebración “non stop” ha tenido una acogida más que buena entre los alumnos Erasmus, que han respondido con una asistencia masiva a todas las citas programadas. Así lo indica Macarena Aguilar, una de las responsables de la organización que se muestra muy satisfecha con la respuesta recibida.
La bienvenida, que se desarrolló a lo largo de la semana pasada, lejos de convertirse en una sucesión de fiestas, tuvo ingredientes culturales, deportivos, gastronómicos y, como no, de ocio. Y es que la intención, como explican desde la asociación, era que los jóvenes se empaparan de las tradiciones jiennenses, conocieran a algunos de sus personajes más relevantes y se metieran, de lleno, en la singular experiencia que supone disfrutar una estancia en Jaén.
La semana de bienvenida comenzó con un encuentro entre los responsables de ESN y los alumnos, donde se les ofreció información práctica para desenvolverse en la ciudad, desde los horarios de autobuses y cuestiones similares, hasta el funcionamiento del Campus, la distribución de los edificios y los servicios más demandados. Después, llegó el momento de lanzarse a la conocer las calles, con un paseo por las zonas históricas de la capital, como el barrio de San Ildefonso, la Catedral, el Arco de San Lorenzo y los Baños Árabes, una actividad para la que los miembros de ESN se prepararon para ejercer como guías turísticos. Además, también contaron con una jornada de senderismo por el cerro de Santa Catalina y los alrededores de la capital, en la que los participantes pudieron conocer la estampa más típica de la provincia, el olivar. Asimismo, la semana contó con un viaje a la vecina Granada, en la que pudieron pasear por algunos de sus lugares más característicos, como el barrio del Albaicín o descubrir la joya de la corona de la cultura nazarí, La Alhambra y el popular mirador de San Nicolás.
A la ruta de la tapa por los establecimientos más castizos de la ciudad y a algunas fiestas “tipical spanish” en las que no faltaron ni los abanicos y ni las flores, les siguió una de las actividades en las que la asociación ESN trabajó con mayor mimo y empeño, “Jaén Express”, una competición en la que los estudiantes extranjeros, divididos por equipos, se midieron para recorrer once escenarios característicos de la capital en los que debían responder a cuestiones relacionadas con la ciudad, su pasado, su presente y su forma de vida. “Fue una jornada muy entretenida y, a pesar de que era temprano, los estudiantes respondieron muy bien”, reconoce Macarena Aguilar, para quien lo más importante fue la implicación de los alumnos que se encuentran en Jaén desde el pasado cuatrimestre. “Es una forma de estrechar lazos y trabajar juntos”, asegura. Y es que, entre muchas risas y con la colaboración de los propios viandantes, los jóvenes foráneos aprendieron cuestiones tan jiennenses, como por ejemplo, Trepabuques o Piturda.