Días de oro para el turismo
El próximo Puente de la Constitución se presenta en su recta final como unos días de oro en lo que a reservas de turismo rural se refiere en la provincia. Una tierra de interior como Jaén, con cuatro espacios naturales protegidos, uno de ellos el más extenso de Andalucía, y dos ciudades que son tesoros renacentistas reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se convierten en un imán de lujo para los amantes de unas pequeñas vacaciones en contacto con el medioambiente y el patrimonio cultural de primera magnitud. Las estadísticas colocan a los alojamientos rurales a la cabeza de la media nacional, con más de un 75% de reservas ya por internet, frente al poco más de 57% del resto del país. En unas jornadas propicias para los desplazamientos cortos, el destino jiennense se convierte en uno de los favoritos para visitantes procedentes de otras provincias de Andalucía o de otras de fuera de la comunicad autónoma.
La actividad promocional de la provincia en materia turística se ha incrementado de manera notable en los últimos años, desde las diferentes administraciones con competencia en este campo y, de manera muy directa, desde la Diputación con su lema “Jaén Paraíso Interior”. Situar el turismo en la economía provincial como alternativa al monocultivo del olivar es un objetivo largamente acariciado que, por el momento, hay que reconocer que parece sencillo ni rápido de alcanzar. Habrá que invertir más y mejor y sacar provecho de puentes festivos como el que se avecina, para abrir la provincia al mundo, en unas fechas que tan propicias como es el otoño para disfrutar de unos parajes que rebosan verdor, un patrimonio cultural único y con gastronomía de una tierra acogedora por naturaleza.
La actividad promocional de la provincia en materia turística se ha incrementado de manera notable en los últimos años, desde las diferentes administraciones con competencia en este campo y, de manera muy directa, desde la Diputación con su lema “Jaén Paraíso Interior”. Situar el turismo en la economía provincial como alternativa al monocultivo del olivar es un objetivo largamente acariciado que, por el momento, hay que reconocer que parece sencillo ni rápido de alcanzar. Habrá que invertir más y mejor y sacar provecho de puentes festivos como el que se avecina, para abrir la provincia al mundo, en unas fechas que tan propicias como es el otoño para disfrutar de unos parajes que rebosan verdor, un patrimonio cultural único y con gastronomía de una tierra acogedora por naturaleza.