06 may 2014 / 22:00 H.
Esta Semana Santa ha resaltado sobre años anteriores la afluencia a los bares, que han conseguido llenar todas sus mesas. Tanto las de dentro, como las agradables terrazas en las que las condiciones meteorológicas nos han permitido disfrutar. Pero aquí no se queda todo, la Semana Santa acabó con la venida del buen tiempo y con el puente de mayo, este año muy cerca. Y es que no ha dado tiempo a recoger lo de una cuando nos vemos en otra. La situación económica puede o no que haya conseguido cierta mejora, lo que sí está claro es que donde más se va notando es en el sector hostelero. Casi la totalidad de los hoteles andaluces han sido solicitados para este puente en el que tan buen tiempo ha hecho. Y es que hay una cosa que no pensamos, el personal dedicado a la hostelería, ¿cuándo descansa? Es algo que siempre me ha llamado la atención. El hecho de ver cómo a primera hora de la mañana encuentras las mesas de los bares con periódicos y botellitas de aceite de oliva para las tostadas encima de la mesa, a medio día se cambian esas botellas por platillos de aceitunas y cervezas a los que les pueden acompañar raciones o platos combinados, que pueden alargarse hasta un café, y terminan el día de nuevo, sacando los platos de aceitunas. Ahora llega el buen tiempo, la época de los paseos, de pasar las tardes en el Bulevard, de los helados de La Valenciana, y el de la cervecita por la noche. Por eso y mucho más, qué menos que agradecer a todos los hosteleros de nuestra ciudad el sacrificio y buen trato ante sus clientes, siempre, ofreciéndoles productos de su tierra.