Diario de un cinéfilo aficionado
Fernando Sánchez Resa desde Úbeda. Mi tardía afición al mundo del cine, gracias a Cineclub 'El Ambigú', me está permitiendo degustar con mayor fruición los valores del séptimo arte, que con amigos se disfruta más y mejor. Por eso quiero compartirlo con ustedes. El día 11 de octubre, como todos los jueves a las 20 horas, visioné 'Toni' (1935, en versión original).
Es la primera toma de contacto. Andrés nos da la bienvenida al nuevo curso cinematográfico. Ha preparado un pequeño montaje del propio director: Jean Renoir que nos habla en directo mediante un francés sonoro y fresco traducido al castellano mediante rótulos. La cinta, en blanco y negro, refleja el amor cruzado —dramáticamente equivocado— de dos parejas de matrimonios, con infeliz final, que demuestra descarnadamente: el amor que se profesan; la dura vida que llevan; y la sinceridad con que se entrecruzan sus vidas y anhelos. Todo ello pintado por ese neorrealismo que despliega el guión cinematográfico y el viaje “cámara en ristre” por lo lugares originarios y con gente autóctona actuando de actores. Las canciones a la guitarra, directas o de fondo, con sus letras sirven de referencia tanto a lo que ocurre en la pantalla como a lo que cualquier emigrante puede haber vivido fuera de su tierra. El día 18 fue “El crimen del señor Lange” (1936, en versión original). Esta vez es una película en blanco y negro y con traducción en español. Fue muy oportuna porque así la proyección y la asistencia a esta sala no pierde el mágico matiz de cineclub, ya que, aunque por culpa de las prisas que nos atenazan, en esta loca y agitada sociedad actual, no hay intercambio de impresiones al final de la proyección pero siempre, entre el corto grupo de amigos, nos comunicamos lo que nos ha sugerido este relajado visionado. Es una película en tono retrospectivo en el que la protagonista cuenta cómo se ha producido un asesinato que los que lo oyen saben comprender y perdonar. Es fiel reflejo de la tristeza, y a su vez, de la alegría de vivir, de sus personajes principales con dejos de película muda por sus estudiados encuadres y su genuino lenguaje cinematográfico. El amor y su antónimo, el desamor, quedan bien reflejados, así como sus personajes principales: el pillo y descarado; el que se aprovecha de sus semejantes y del limpio o interesado amor juvenil de las protagonistas; el borracho; la enamorada. Todos ellos son una galería inagotable de aprendizaje con final feliz, enclavado en la Francia de la preguerra mundial, cuando todavía no había caído en las garras de Hitler. Es fácil apreciar que las clases populares son el ojito derecho de Jean Renoir. “La regla del juego” (1939, en versión original), fue el 25 de octubre. Primeramente, Andrés nos puso en línea con lo que íbamos a visionar preparando un corto vídeo donde el propio director nos fue contando las peripecias de esta película que se puede resumir así: empezó rechazándosela el público porque parecía muy cruda y desgarrada; hasta que después de la “gran guerra” se recuperó el material y se volvió a maquetar, rehaciéndose, teniendo un éxito extraordinario que el propio Renoir pudo sentir en vida —asistiendo a Venecia y otros lugares—, donde el público entendido lo recibió aplaudiéndole como a un triunfador. ¡Paradojas de la vida! “La regla del juego” es una descarnada pasarela de pasiones humanas, de tipologías amorosas, un retrato de una alta sociedad donde —a pesar del dinero y de la fama— se sigue sufriendo y padeciendo el cruce de las pasiones amorosas, entreveradas magistralmente por el autor y director Jean Renoir; con final dramático y descorazonador que a lo largo del film se va filtrando; y que el inteligente espectador ya adivina, antes de que se produzca, puesto que ciertas relaciones sentimentales y amorosas no pueden acabar bien si se ven enturbiadas y manipuladas por otras variables vitales que cotidianamente vemos en nuestras vidas. Buen ambiente y moderado divertimento ha supuesto este apasionante y querido comienzo de curso cinematográfico que Andrés y Juan nos quieren regalar todos los jueves, a las ocho de la noche, en la Sala del Club de Lectura del Centro Cultural del Hospital de Santiago de Úbeda; con entrada libre y gratuita. ¡Esperamos su asistencia!.