Día de la Música.- El verano ya está aquí
Una más que rítmica bienvenida al verano. Qué mejor forma de comenzar la estación estival con lo más granado de la música. Así lo hizcieron Jaén y los jóvenes jiennenses que disfrutaron en la Sala Kharma en un “macroconcierto-festival”. Tres grupos compartieron cartel y unieron sus voces para celebrar el Día de la Música. Una jornada señalada para el calendario cultural de cientos de ciudades amantes de este arte que este año, por primera vez, también llegó a la ciudad de la mano de la discoteca jiennense.

La noche musical arrancó con una banda, que desde la salida de su primer disco en 2013 es toda una revelación dentro del panorama nacional: el grupo musical Crudo Pimiento, formado por Raúl Frutos e Inma González, que pusieron la mezcla del estilo caribeño y antillano e incluso el “blues” y “metal” extremo con temas conocidos, como Suffocation and a bow.
Junto con los murcianos, el grupo granadino-jiennense de los hermanos de Arjonilla, Napoleón Solo, fue el cabeza de cartel de esta fiesta de calado internacional, que supuso una propuesta única para los jiennenses. Numerosos jóvenes, y no tan jóvenes le aguardaban sobre la pista de Kharma para escuchar lo mejor del pop y del rock. Era su debut sobre los escenarios de la ciudad de Jaén y logró conquistar con éxito a los aficionados de la música. Los componentes de la banda Alonso Díaz, Jaime Cordones, José Ubago, Miguel Díaz y Luis Miguel Jiménez hicieron saltar al público y vibrar sobre la pista de Kharma.
Con los hermanos de Arjonilla que fueron los encargados de cerrar la noche actuó uno de los grupos jiennenses que están en pleno “boom” , The Glassphone, los ganadores de la última edición del Lagarto. Este grupo fue, además, promotor de la cita. La banda jiennense, que se creó en 2010 en Jaén, trató de unir el mejor sonido, fresco y melódico, bajo el ritmo de la música electrónica, y tocaron temas de su último álbum, Catherine o Binge.
La bienvenida al verano de Jaén con más ritmo se unió al resto de ciudades europeas, donde se celebraron los conciertos en calles y salas de baile. Una iniciativa que, en coincidencia con el solsticio de verano, arrancó hace ya más de treinta años en el país vecino de Francia. Tanta acogida tuvo la propuesta musical que, ahora, este día “único” para los amantes de la buena música se ha internacionalizado hasta llegar a programarse conciertos en toda Europa. Por ejemplo en la ciudad madrileña, el Día de la Música se celebra durante dos jornadas que aúnan casi una treintena de directos con nombres como Corizonas o Dover, entre otros.