Día de la Discapacidad
El sábado es el día internacional de la Discapacidad. Y no puede ser un día conmemorativo, sino reivindicativo. El tejido asociativo de la discapacidad se está viendo abocado al cierre de servicios, al despido de técnicos y a aumentar la carga sobre las muy castigadas familias a causa de la crisis.
Los recortes de la Administración están provocando que el tejido asociativo zozobre, y que las personas con discapacidad queden desatendidas y abandonadas. Hay muchas maneras de recortar ayudas, legales pero poco éticas, en un ámbito como es la discapacidad donde precisamente la discriminación tiene que ser positiva. Por ejemplo, atrasar la publicación de las bases de convocatorias de programas que tienen que darse de manera continuada, porque la discapacidad no desaparece transitoriamente. O publicar las bases de las becas de necesidades educativas especiales en verano, no solo con colegios cerrados, donde es casi imposible encontrar a profesores que puedan firmarlas, sino también por internet, excluyendo a las familias que no tienen acceso, y cargando a las menguadas asociaciones de una carga operativa responsabilidad de la sobredimensionada Administración. Casi en diciembre y aún no se han resuelto las becas del curso que empezó en septiembre. Todo por internet, y a la asociación que se le pase el plazo de aceptación provisional le toca ejecutar todo el programa presentado con un presupuesto severamente recortado. Otra manera de recortar, de asfixiar. No queda más camino que endeudarse, más asfixia, y los bancos no aceptan como garantía las resoluciones. Hay muchos recortes, no los nieguen.
Tomás Boyano es economista