Dexia acepta el desmantelamiento de la entidad

El consejo de administración de Dexia ha aceptado 'bajo las actuales circunstancias' la propuesta de rescate pactada por los  gobiernos de Bélgica, Francia y Luxemburgo, que supone la partición  en tres de la entidad franco belga, incluyendo la nacionalización por  parte de Bélgica de su filial en el país a cambio de 4.000 millones  de euros,

    10 oct 2011 / 15:56 H.

    así como la aceptación de garantías de crédito por importe  de hasta 90.000 millones en diez años, según anunció el banco en un  comunicado.  "El consejo de administración ha analizado la oferta y ha  consultado con expertos independientes respecto al interés social  para el grupo y sus filiales y ha aprobado la compra de Dexia Bank  Belgium por el Estado belga", anunció la entidad.
    La nacionalización de la filial belga "será finalizada en un  futuro muy próximo" y permitirá a Dexia reducir sus necesidades de  financiación a corto plazo en más de 14.000 millones de euros,  mejorando así la solvencia del grupo en más de 200 puntos básicos y  reduciendo en más de 18.000 millones su cartera de activos no  estratégicos. Asimismo, la operación supone la creación de un 'banco malo' para  aislar los activos 'tóxicos' de Dexia, que recibirá garantías de  refinanciación por importe de hasta 90.000 millones de euros por  parte de los tres gobiernos. En concreto, los fondos de esta entidad  residual estarán garantizados por Bélgica (60,5%), Francia (36,5%) y  Luxemburgo (3%).
    Por otro lado, el plan de rescate supone la apertura de  negociaciones para que Caisse de Depots et Consignations y la Banque  Postale de Francia respalden las operaciones de la filial francesa de  Dexia, Dexia Municipal Agency, mientras que la entidad franco belga  confirmó la existencia de negociaciones con "inversores  internacionales con la participación del Gran Ducado de Luxemburgo"  para la venta de su filial Dexia Banque Internationale á Luxemburg.
    Por otro lado, el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders,  reconoció en declaraciones a la emisora pública RTBF que el Estado  "no exluye" la posibilidad de tener que rescatar a otras entidades  belgas después del segundo rescate de Dexia, que ya recibió ayudas  públicas en 2008.