Detenido un hombre por fotografiar traseros de mujeres en plena calle

Francisco M. C. fue esposado el jueves por la mañana, a las puertas de un conocido centro comercial de la ciudad. Lo arrestó una pareja de la Policía Local de Jaén, que había sido avisada por una mujer. Ella explicó que había salido a la entrada del establecimiento para hablar por teléfono y que, entonces, notó que alguien le echaba una foto de sus piernas, lógicamente sin su consentimiento. En su denuncia posterior, aclaró que se percató del fogonazo de un “flash”, que se dio la vuelta y vio a un hombre con una cámara en la mano derecha. Añadió que todavía tenía el dedo en el disparador y que estaba ligeramente inclinado, como para tomar la imagen desde abajo para captar su ropa interior. El “fotógrafo clandestino” trató entonces de esconder la cámara y se marchó del lugar, según siempre el testimonio de la denunciante, tal y como explican fuentes judiciales.
La mujer entró de nuevo en el centro comercial para avisar a su marido, que estaba dentro. Al salir al exterior, avisaron a una patrulla de la Policía Local, que estaba en la zona. La pareja estaba contando lo ocurrido a los agentes cuando ella vio salir del aparcamiento del centro comercial al hombre de la fotografía. Los policías lo pararon y procedieron a identificarlo. En el cacheo, le encontraron una cámara digital, en cuya tarjeta de memoria había varias imágenes “de piernas y glúteos de diversas mujeres”, tal y como consta en las diligencias judiciales abiertas. Al parecer, no se ve ninguna cara, sólo traseros.
A Francisco M. C. le leyeron sus derechos en ese momento. Fue detenido como presunto autor de un delito contra la intimidad. En la Comisaría se negó a declarar. Pasó una noche en los calabozos y ayer fue puesto a disposición del juzgado de guardia, que lo dejó en libertad con cargos, a la espera de seguir con la instrucción de la causa.
Hace unos meses, el dueño de un pub de Cazorla también fue detenido por unos hechos similares. Presuntamente, en los servicios de señora de su establecimiento había colocado una cámara, que transmitía las imágenes a un disco duro. Rafael Abolafia / Jaén