Detenido por el caso de la desaparición del temporero de Malí

La juez Antonia Torres Gámez, al frente del Juzgado número 1 de Villacarrillo, recibió, ayer, al único de los sospechosos arrestados, por el momento, en la investigación sobre la extraña ausencia del temporero maliense Tidiany Coulibaly, de 22 años. Es el hijo del patrón del jornalero, del que nada se sabe desde el 17 de diciembre de 2013. Este villacarrillense llegó ante su señoría esposado y custodiado por la Guardia Civil, que le puso los grilletes el martes. Después de prestar declaración, sobre la una de la tarde, abandonó las dependencias judiciales libre, aunque con cargos. El edificio comparte entrada y aparcamiento con el mercado, por lo que no le costó pasar desapercibido.

07 may 2014 / 22:00 H.


La magistrada, tras escucharlo, le atribuye tres delitos: detención ilegal (secuestro), contra la libertad de los trabajadores y desobediencia. Lo puso en libertad con cargos y le ordenó acudir a las dependencias judiciales los días 1 y 15 de cada mes. La Policía Judicial de la Guardia Civil, encargada de las pesquisas, se centró desde el primer momento en el entorno del patrón de Coulibaly, del que no se descarta algún tipo de vinculación. La principal pista es la discusión que, según relató un familiar del desaparecido, mantuvo el trabajador maliense con el olivarero. La pelea subió de tono, ante la reclamación del peón, que pedía un fijo por día de trabajo, en lugar del pago a destajo impuesto.
Los guardias civiles, según pudo sabe este periódico, basaron la detención en varios indicios. Uno de ellos es la contradicción en la que, supuestamente, incurrió el sospechoso al ser preguntado sobre su presencia en una de las fincas de su familia, llamada La Moratilla, en Villanueva del Arzobispo. Él lo negó, cuando un rastreo a la señal de su teléfono móvil lo sitúa allí el día de autos. El 17 de diciembre de 2013, cuando desapareció el joven de Malí, el arrestado, como comprobó la Benemérita, no tiene coartada durante unos noventa minutos, tiempo en el que se pierde la pista del maliense. Las pesquisas también apuntan a que el arrestado entró en un nave de aperos que fue precintada, precisamente, por el interés policial de recoger pruebas allí.
Ni ante la Policía Judicial ni frente a la juez, el hijo del jefe de Coulibaly fue capaz de dar explicaciones creíbles sobre dónde está el jersey a rayas que vestía en la jornada de la desaparición, con el que fue visto.