Detenida por meter una "bellota" de hachís en prisión oculta en su vagina
Una mujer ha sido puesta a disposición judicial como autora de un delito contra la salud pública por intentar introducir en la cárcel una “bellota” de hachís. Carmen C. B. llevaba la droga oculta en su vagina y pretendía entregarla a un preso con el que iba a mantener una comunicación íntima, según confirman fuentes penitenciarias. La descubrieron los funcionarios.
Los hechos ocurrieron en la tarde del pasado miércoles, cuando la detenida visitó en la prisión a su compañero sentimental, un hombre de origen marroquí que cumple condena en el Centro Penitenciario de Jaén por un delito contra la salud pública. Los funcionarios de vigilancia ya andaban tras los pasos de esta mujer. Así que, antes de la última comunicación vis a vis, la descubrieron “in fraganti”. Carmen C. B. llevaba en su propio cuerpo una “bellota” de hachís de considerable tamaño. Casi 12 gramos de “chocolate”, que ella misma se extrajo de la vagina cuando se vio descubierta.
El director del Centro Penitenciario de Jaén, Juan Antonio Marín, dio cuenta de los hechos al Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén, en funciones de guardia cuando ocurrieron los hechos, y la mujer fue imputada como presunta autora de un delito contra la salud pública. Además de las consecuencias penales, su acción también acarrea que el preso para el que, presuntamente, iba destinada la droga se queda sin comunicaciones íntimas durante una buena temporada.
La incautación de esta “bellota” es resultado de la implantación en la cárcel de Jaén de una serie de medidas que tienen como objetivo erradicar el tráfico y el consumo de estupefacientes entre los internos. Así, el director explica que se han intensificado los controles de los funcionarios, sobre todo a los reclusos que salen de permiso y a los que reciben visitas. Además, de forma periódica, agentes de la Guardia Civil visitarán la cárcel con el apoyo de un perro antidroga.
En el último año, los funcionarios han decomisado 57 gramos de cannabis, casi dos gramos de marihuana y 35 pastillas de benzodiapazinas, un medicamento utilizado por los reclusos para “colocarse”. El director del Centro Penitenciario de Jaén aplaude “la diligencia y el buen hacer de todos los profesionales del centro”. “Están haciendo un gran trabajo, que permite que esta cárcel sea una de las más tranquilas y seguras de España”, concluye. Rafael Abolafia / Jaén