Despido de funcionarios

Es la propuesta del Círculo de Empresarios, cuya presidenta es bien conocida por sus exabruptos. El último, que no se contrate a mujeres que puedan tener hijos. Tendríamos que retroceder hasta mediados del siglo XIX o principios del XX, para comprender el porqué del derecho al cargo de los funcionarios. En ese tiempo existían dos tipos de funcionarios: Los “cesantes”, que eran los despedidos por el partido político que ganaba las elecciones generales, y los “activos”, nombrados a dedo por los que accedían al poder.

    24 oct 2014 / 08:33 H.

    La actuación de estos empleados públicos no buscaba el interés general, sino la perpetuación en el cargo de sus benefactores. El artículo 103 de la Constitución establece: “La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales” y este objetivo se alcanza con funcionarios profesionales e independientes del poder ejecutivo, cuya actuación esté sometida solo y exclusivamente a la ley y al Derecho y no a los dictados de los políticos.

    Por lo tanto, la permanencia en el servicio de los funcionarios es, fundamentalmente, una garantía para los ciudadanos. Si volviéramos al nepotismo fascistoide de la dictadura, como proponen los del Círculo, ¿qué funcionario del Hospital Carlos III se hubiera manifestado públicamente contra la Sanidad de Madrid? ¿Acaso hubiéramos tenido ocasión de escuchar al berraco de la sanidad madrileña excusar su incompetencia e ineptitud culpando a la auxiliar de enfermería de mentirosa y responsable de contagiarse de ébola? ¿Esto es lo que queremos los ciudadanos, unos funcionarios sumisos y agradecidos a los políticos que los colocan?