Descontento en la calle y en los partidos

Mantienen el poder de las urnas, pero la reputación social y la autoridad moral de los dirigentes políticos están por los suelos. La rutina de los hechos corruptivos y la desconfianza generalizada en las instituciones públicas abocan a un descontento sin precedentes que se puede ver en la calle y, ahora también, dentro de los propios partidos. La militancia, amante de la paz interna, está harta de escándalos y conflictos. Y esa decepción lleva, en la mayoría de los casos, a abandonar las fuerzas políticas que los afiliados veían, hasta ahora, como poderosos instrumentos para mejorar la vida de los ciudadanos o, simplemente, para garantizar derechos.

    02 abr 2013 / 09:26 H.

    La tendencia a la baja de las afiliaciones políticas es un hecho contrastado en España, que también tiene su reflejo en la provincia de Jaén. Ahora bien, hay algún partido que se salva de las negras estadísticas, como el que está ahora mismo en el poder, el PP, por aquello de que “quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”. El grupo que lleva las riendas en el Ayuntamiento y en el Gobierno central tiene, en la actualidad, 18.693 militantes jiennenses, 1.474 más que en 2011 y 3.118 más que en 2007, cuando perdieron las elecciones municipales. Es más, el goteo de afiliados nuevos es constante e, incluso, sin necesidad de promociones especiales.
    Sin embargo, el retrato que ofrecen otros es bien distinto. La dirección provincial del PSOE, el partido más votado en la provincia, contabiliza alrededor de 8.000 afiliados, una cifra que se mantiene desde hace 6 años —hay subidas y bajadas de en torno a 200 personas— a trancas y barrancas. La prueba está en la campaña de captación puesta en marcha hace un par de meses y que pronto tendrá su resultado.
    El descontento en las filas socialistas se ve claramente en la agrupación de la capital. Las cifras demuestran una tendencia preocupante que constatan, incluso, los propios dirigentes. La dirección local presume de los 774 militantes que hay en la actualidad —42 más que en diciembre de 2010—, pero obvia los 946 que llegó a tener el PSOE en la etapa en la que era alcaldesa Carmen Peñalver. Hay quienes achacan ese significativo descenso a una huida forzada por las dimisiones en bloque que protagonizaron miembros de la anterior ejecutiva para echar a la secretaria general del PSOE de Jaén, porque a la militancia no le gustan las guerras internas. Otros no ven nada extraño, más allá del descontento generalizado que hay dentro y fuera de la política. Y hay también quien culpa directamente a los dirigentes actuales de la agrupación. A todos esos “huidos” van dirigidos ingentes esfuerzos con el único fin de hacerles ver que solo desde los partidos políticos se puede cambiar la situación económica, social y política de la ciudad. En cualquier caso, es habitual entre los socialistas que, de cada 2 militantes, 1 se dé de baja en los 2 años siguientes a la fecha de su primera afiliación. 
    El ejemplo del PSOE es extrapolable al del IU. Se trata de una coalición que contabiliza en torno a 1.800 militantes en la provincia y que también tuvo que recurrir a campañas especiales para mantener su cuota. En la capital hay 103 y, aunque este año cuentan con 5 nuevos, lo cierto es que cuando terminó el gobierno de coalición en el Ayuntamiento de Jaén también se produjo un desplome en el seno de la militancia.
    En todos los casos no es la crisis económica la culpable del desencanto que se vive dentro de los partidos, porque todos ellos cuentan con cuotas especiales para, por ejemplo, pensionistas o parados. Todo hace indicar que en las próximas elecciones ganarán por mayoría absoluta la indignación, el descontento y la desconfianza.

    En corto

    La Casa del Pueblo del PSOE, en la calle Obispo Aguilar, está ya desmantelada. El lunes pasado empezó el traslado de enseres y, ese mismo día, había prevista una rueda de prensa de Rafael Valdivielso, coordinador del área de Ciudadanía y Barrios. La comparecencia se celebró en la sede provincial del partido, en la calle Hurtado, donde ya hay dependencias reservadas para la agrupación municipal. ¿Qué pasó? Que hubo quienes interpretaron ese “estreno” como un guiño de la dirección provincial hacia Valdivielso en su carrera hacia la presentación de la candidatura a la Alcaldía. Sin embargo, la dirección local asegura que nada de estrategias, que todo fue fruto de la casualidad.

     

    Bloc de notas

    -Hay un político jiennense que acostumbraba a patearse la provincia todos los viernes y al que, ahora, es difícil verlo por su tierra. Gaspar Zarrías, secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica en la Ejecutiva Federal del PSOE, está en el ojo del huracán. En Andalucía, el líder socialista, José Antonio Griñán, se empeñó en pedir su cabeza en la remodelación de Ferraz. Lo que ocurre es que Alfredo Pérez Rubalcaba dijo que “nones”. Y en Jaén, el malestar existente por el caso de los ERE, en el que el exsindicalista jiennense Juan Lanzas —el amigo de los grandes del PSOE— aparece como el conseguidor de la trama, hace que muchos fijen su mirada en él.       

    -Por cierto, que al PP le viene de perlas este resurgimiento del caso de los ERE en Andalucía para intentar esconder sus escándalos nacionales. El uso político de la trama se hace desde lo local. Basta con ver la foto que sirve de fondo a las comparecencias de José Enrique Fernández de Moya, en la que aparecen Juan Lanzas, Gaspar Zarrías y Carmen Peñalver en la firma del convenio con Dhul el 26 de septiembre de 2008.