Descanso junto a La Morenita

La Basílica del Real Santuario de la Virgen de la Cabeza cuenta ya con un columbario para el depósito de las cenizas de los fieles difuntos. El equipamiento, cuyo presupuesto asciende a 175.000 euros, fue bendecido por el obispo de Jaén, Ramón del Hoyo López.
La comunidad trinitaria de la Basílica del Real Santuario de la Virgen de la Cabeza inauguró un columbario para el depósito de las cenizas de los fieles difuntos, con el objetivo de ofrecer un servicio digno y adecuado y evitar el abandono de las reliquias. Se trata de un espacio reservado para el descanso eterno de los devotos y tiene capacidad para 345 urnas. Además, es el primero que se instala en un templo sagrado de la Diócesis de Jaén. En este espacio se pueden guardar cenizas o restos óseos en urnas, osario, nichos y cenizario común. Está construido en piedra natural de mármol crema, marrón emperador y la solería es de un arare tato italiano. Además, hay una hornacina que preside un cuadro con la imagen de la Virgen.

24 mar 2014 / 23:00 H.


El obispo de la Diócesis de Jaén, Ramón del Hoyo López, bendijo el columbario que se ha construido en la cripta de la Basílica del Real Santuario. Al acto también asistieron el alcalde de Andújar, Jesús Estrella; el rector de la Basílica, el padre trinitario Domingo Conesa; el capitán de la Guardia Civil, Carlos Pulido, y representantes de varias cofradías filiales y peñas romeras de la ciudad.
El plazo de la cesión de uso del columbario es de treinta años. Al término de este, se notificará a los familiares que figuren en el contrato la finalización del periodo de cesión, a fin de renovar el columbario o depositar las cenizas en el cenizario común. En cuanto a los precios, se establecen un columbario de dos urnas al precio de 3.025 euros; de 4 urnas 6.050 euros, el osario 10.890 euros y el cenizario común 363 euros. El proyecto impulsado por la comunidad trinitaria de la Basílica cuenta con una inversión de 175.000 euros y ha sido ejecutado por la empresa Cuéllar Artesacro, dedicada a la arquitectura en piedra y encargada también de realizar la piedra del suelo del patio de los leones de la Alhambra de Granada. “Desde hace unos años en el Santuario comenzaron a aparecer una serie de urnas que contenían las cenizas. Al principio preguntaban si lo podía dejar y decíamos que estaba prohibido. Entonces, los fieles tiraban las cenizas donde podían o las enterraban, pero en otros casos dejaban el recipiente y lo despeñaban”, dijo Conesa.