Desautorización de los padres

Si a unos hijos a los que solo se les habla de derechos y no de deberes se suma unos padres desautorizados y una ley que indica a los progenitores que pueden corregir “razonada y moderadamente” a sus niños; más la pérdida de autoridad en el colegio, que conlleva al fracaso escolar; más los programas telebasura, que crean una situación de incultura y pérdida de valores; las drogas y las nuevas tecnologías, “tenemos un caldo de cultivo bueno” para que los menores “se suban a las barbas”.

03 dic 2015 / 09:08 H.

Claro, directo y sin tapujos, el juez de menores Emilio Calatayud participó en el VII Congreso Nacional Justicia Penal Juvenil organizado en la Universidad de Jaén (UJA). En su intervención el magistrado realizó un recorrido histórico desde la Ley del Menor del año 48 para centrarse en el cambio social y en la estructura judicial y política que supuso la implantación de la Ley Orgánica 5/2000.
Para Calatayud, las prioridades actuales están en transmitir el artículo 155 del Código Civil y eliminar la reforma que hizo Zapatero —que tampoco ha tocado Rajoy—. “Este artículo dice que los hijos deben obedecer a sus padres y respetarlos siempre”, apuntó el juez, quien subrayó que, si bien no es partidario del “cachete”, no hay que confundirlo con el maltrato. “A mí me ha llegado a decir un chorizo: ‘no me condene usted a estudiar que puedo llegar a ser ministro’”.
Asimismo, Emilio Calatayud considera la necesidad de una ley educativa que dure una generación y un pacto por el menor. “Son niños, no adultos. Hay que protegerlos y ayudarlos”, destacó. Por otra parte, el juez mostró su preocupación por el aumento del maltrato de hijos a padres y los acosos, chantajes y amenazas por las redes sociales. En este sentido, advirtió del peligro que suponen los teléfonos móviles. “Se han convertido en una droga, son unos instrumentos muy peligrosos para cometer hechos delictivos contra el honor y amenazas, y es un vehículo muy peligroso para ser captado”, apuntó Calatayud, quien sostuvo que un menor no debería tener móvil hasta los 14 años. Sobre las agresiones de hijos a padres, el juez aseguró que se han triplicado. “Es un delito típico de clase media, media-alta y va a más. Además, aumenta en las niñas. Estamos en un 40% en ellas y un 60% en ellos”, manifestó, para hacer hincapié en la detección de “graves” situaciones entre padres de hijos adoptados y la devolución de muchos niños a los centros sociales entre adopciones internacionales. “Porque los padres se han quedado sin autoridad”.