Desalojo fijado en El Tomillo
A María Jesús Díaz se le echa encima el calendario y una situación difícil de afrontar. Tendrá que salir del piso en el que vive desde hace tiempo el próximo 26 de noviembre. “A las nueve y media de la mañana”, puntualiza. No lo hará sola. Y ese es el problema. Sus hijos, Julián y Juan José Mena Díaz, de doce y trece años, respectivamente, deben seguir los pasos de la madre. “Ellos lo saben”, explica ella.
Afincada en el número 8 de la calle Cándido Carpio, María Jesús Díaz acarrea el lastre de una compra que no llegó a materializarse. “Mi primo me alquiló esta casa, pero dejó de pagarla. Y el banco la reclama”, resume. En términos de propiedad la mujer, de cincuenta y cinco años, sabe que no es la dueña, que esa casa con salón estrecho y cocina alargada no es suya. Pero está el asunto humano: ¿A dónde puede ir? ¿Quién la ayuda?
La Plataforma Antidesahucios tiene previsto reunirse con ella pasado mañana, según confirma Cristina Téllez, portavoz del colectivo. El objetivo del encuentro es que la plataforma conozca con detalle cómo ha llegado la jiennense a esta situación y cuáles son las vías para evitar el desalojo. “Nosotros abogamos por alternativas habitacionales”, expresa. Ocurre que esta medida aún no cuenta, según Téllez, con el suficiente respaldo político. “Ni los grupos municipales del Ayuntamiento ni la Junta aportan una solución”, critica.
Díaz contactó con asistentes sociales de San Felipe. Un recurso. Eso es lo que pedía. “Me dijeron que, como mucho, podía quedarme tres días en el Albergue Municipal”, cuenta la mujer. “Eso no tiene sentido. El propio Patronato de Asuntos Sociales impide que entren menores en el albergue”, defiende Téllez.
apoyo. La respuesta que maneja la Plataforma Antidesahucios para atemperar el drama de Díaz y sus hijos es un alquiler social, una alternativa que ya han tenido que tomar otros jiennenses, en los últimos tiempos, gracias al apoyo de entidades solidarias. Téllez asegura que hay “diecisiete viviendas” de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) que servirían para atemperar casos dramáticos. “Había un acuerdo para cederlas a Cáritas y que las gestionara”, dice.
María Jesús Díaz ya ha contactado con la Asociación de Vecinos San Sebastián El Tomillo. Francisco Zuheros, el presidente del colectivo, asegura a este medio que los vecinos ayudarán a la jiennense en la medida de sus posibilidades. “También me apoyan desde ‘Unidos por la Merced’, sobre todo a la presidenta, Guadalupe Espinosa”, agrega Díaz. Los menores, que conocen el delicado momento que atraviesa su madre, se han hecho eco de las dificultades en su entorno. “Hace poco me llamó la tutora de mi hijo Julián. Me dijo que había comentarios en su colegio de que nos iban a desalojar. Y le dije que sí, que era cierto”, explica.
Juan José Mena, el mayor, valora una idea: pedirle un euro a cada uno de sus amigos para hacer una fiesta y despedirse de su casa. La cita está prevista para el 21, cinco días antes del desalojo. Cosas de niños. Está por ver cómo actúan los mayores.