Desalojado el piso cuyo uso enervó a los vecinos
El movimiento de protesta vecinal parece que ha dado sus frutos. Hace sólo unos días que los residentes de una promoción de viviendas de protección oficial denunciaban, en estas páginas, el uso como casa de citas de un piso y esta misma semana informaron de que el inmueble ha sido ya desalojado.
La convivencia ha vuelto a unos límites que se enmarcan dentro de la “normalidad” en un residencial de una zona de expansión de la capital. Durante los últimos meses, la tranquilidad de los vecinos se había visto amenazada por la presencia de los clientes que frecuentaban una supuesta casa de citas. Los propietarios de los inmuebles colindantes, que comenzaron a habitarse hace, aproximadamente, un año y medio, explicaron a este periódico que, al principio, no le dieron demasiada importancia a la situación.
Sin embargo, con el paso del tiempo, las molestias se incrementaron, así como los destrozos en las zonas comunes e, incluso, se registraron enfrentamientos entre las personas que acudían en busca de estos servicios y los vecinos. El problema con el que se encontraban los propietarios de los pisos es que la prostitución, en un recinto privado, no es una actividad fuera de lo legal —salvo que se dé la circunstancia de que las meretrices son mujeres que no cuentan con papeles para residir en España—. No obstante, sí era denunciable ante la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (Epsa) el uso ilícito de una vivienda de protección oficial, ya que la ley marca que estos pisos deben ser ocupados por la persona adjudicataria en un plazo no superior a seis meses.
Los residentes acudieron, igualmente, a la Policía Nacional para solicitar una mayor vigilancia que evitara los altercados que se registraban. La presión que se ha mantenido desde estos diferentes frentes en las últimas jornadas, además del revuelo mediático en torno al inmueble, ha ocasionado, según los vecinos, que, a principios de esta semana, las ocupantes desalojaran el piso en cuestión. Irene Bueno/Jaén