Derribará de forma voluntaria una construcción ilegal

Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad denunciaron a este hombre, de 64 años, en 2008. Los agentes detectaron en un terreno de unos 900 metros que el propietario había levantado un vallado perimetral con bloques de hormigón y una malla electrificada y soldada. Además, dentro de la parcela, edificó una pequeña construcción de apenas unos 25 metros cuadrados.
Se da la circunstancia de que ni el vallado ni el edificio son autorizables con el uso del suelo que tiene esa zona. Y es que el terreno está calificado como protegido por estar en el entorno del yacimiento arqueológico de Plaza de Armas, declarado como Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía por su importante valor histórico.
Lo más curioso del caso es que el dueño de las construcciones ilegales aceptó echarlas abajo de forma voluntaria, una conducta insólita en los tribunales de Justicia. De hecho, en ese mismo paraje de Fuente del Realejo, se da la paradoja de que hay chalés ilegales cuyos propietarios han sido condenados a demoler los edificios que están al lado de otros que permanecerán de pie por los siglos de los siglos. Había disparidad de criterios judiciales al respecto, por lo que sorprende la decisión de este hombre.
Además del derribo de lo construido al margen de la Ley, el propietario de la parcela ha sido condenado a seis meses de prisión (el mínimo que contempla el Código Penal) como autor de un delito contra la ordenación del territorio. No ingresará en la cárcel al carecer de antecedentes. Rafael Abolafia/Jaén