Denuncia por “mala atención” a un interno de Los Marqueses
Dos versiones que nada tienen que ver. Encarnación Gutiérrez ha denunciado en la Federación de Consumidores Facua Jaén la rescisión unilateral del contrato que su madre, tutora legal de su tío con alzhéimer, tenía con la residencia para personas mayores de Los Marqueses. “Todo comenzó a raíz de que presenté una serie de quejas a la dirección por los cuidados que estaba recibiendo mi tío. Los casos más graves fueron dos deshidrataciones y una desnutrición”, explica la familiar. La primera de ellas se dio en agosto del año pasado. “Estuvimos a punto de denunciar, pero dimos un nuevo voto de confianza al centro, mientras que los dos casos siguientes ya se dieron en octubre”, dijo.

Gutiérrez también mostró su malestar, entre otras cuestiones, por las tarifas. “Nosotros pagábamos 2.525 euros, mientras que, al hablar con otros familiares, veía que pagaban menos”. O porque en alguna ocasión se encontró a su tío en el suelo.
“Nunca ha hecho descalificaciones personales ni de otro tipo como me ponían en la carta de preaviso de rescisión del contrato que me enviaron con 15 días de antelación”, manifestó. Justo cuando terminó el plazo, afirmó, le avisaron del centro de que su familiar había pasado mala noche y le recomendaron llevarlo al hospital para una analítica y una placa de tórax: “Ya ahí sospechaba lo que iba a ocurrir, pero no me quedaba tranquila por si realmente era cierto. Al final nos dijeron que era un simple resfriado”. Después, al volver a la residencia, aclara, le dejaron claro que no pertenecía al centro. Información que, según explicó el portavoz de Facua, Felipe Serrano, ha recopilado el gabinete jurídico para luego remitirla a la Consejería de Salud.
Sanitas. Una denuncia de la que, desde la empresa que gestiona la residencia, no entienden su finalidad. “La queja que nos hizo llegar fue la de la tarifa, pero sí es verdad que ponía en duda la profesionalidad del personal e incluso tomaba fotografías, una cuestión que no permiten las normas internas del centro. Hablamos con la tutora legal, que es su madre, pero no llegamos a un acuerdo para darle solución”, manifiestan desde Sanitas. Entre otras cuestiones planteó una restricción en el régimen de visitas de Encarnación Gutiérrez que, subrayaron, no aceptó la familia, por lo que les remitieron la carta de preaviso, “por lo que no se le dejó en la calle como han pretendido trasladar”.
Respecto a los casos de deshidratación y la desnutrición a los que hacía referencia Gutiérrez, afirmaron que fueron las consecuencias de una patología que tenía su tío y que le hacía complicada la ingesta de alimentos y líquidos, mientras que destacaron que se trata de una residencia libre de sujecciones que cuenta con un espacio con sillones adaptados a ras de suelo para que personas con alzhéimer y demencias puedan ejercitar sus músculos. “Tenemos las ratios de personal y equipamiento en orden, y de las 122 personas que cuidamos a diario, tan solo hemos tenido en estos tres últimos años seis quejas, dos de esta familia, frente a diez felicitaciones”, concluyeron desde Sanitas Residencial.