Deleite de colores y aromas en La Alameda

El color primará en la nueva remodelación de la flora que alegrará La Alameda. Aunque mantendrá su estructura clásica, el jardín del parque más antiguo de la capital contará con nuevas especies.

15 abr 2014 / 22:00 H.


El color de un pensamiento, el aroma de un naranjo o la elegancia de una rosa. La flora del Parque de la Alameda —nombrado oficialmente como Alameda de Adolfo Suárez— realzará la belleza de este espacio verde del sur de la ciudad. Dentro del proyecto de remodelación que implicará la peatonalización de los alrededores, así como la reestructuración de algunas partes, se incluye un inventario de la vegetación, en el que, además de contabilizar las especies existentes, se añadirán otras. “La novedad es que habrá mucho más colorido, gracias a diferentes tipos de flores. Especialmente, desde el seto central”, explica el técnico del área de Medio Ambiente, Arturo Aponte.


Rincón de esparcimiento de vecinos, que corren por los pasillos de albero; parejas que pasean y se dicen secretos, entre los setos, o familias que juegan con sus hijos en las zonas abiertas, rodeados de rosales y árboles centenarios, el parque más antiguo de Jaén, no solo está formado por álamos. La riqueza en la variedad de las especies que conformarán la nueva distribución será otro de los sellos que reforzarán la identidad de la zona.
Aunque no guarda las grandes dimensiones de otros pulmones verdes de la ciudad, La Alameda mantiene una estructura peculiar. “La forma original no cambiará con el nuevo inventario de su vegetación”, manifiesta Aponte, quien resalta las dos grandes rosaledas que imperarán en los laterales del parque. “Las plantas de flor son nuevas, incluso las rosas que estarán al principio y al final”.


Otra de las marcas que distinguen este rincón “fresco” por naturaleza es la disposición de su lobreguez gracias a la imposición de sus árboles. “Aunque el olivo que se ubica en el centro se cambiará de lugar dentro de la misma Alameda, se mantienen los árboles de los laterales y, por lo tanto, las sombras de estas zonas”, explica el técnico municipal.


A pesar de que son la primavera y el otoño las estaciones más generosas para lucir el color de las flores, se procurará que las especies seleccionadas ofrezcan una completa paleta cromática durante todo el año. En este sentido, a las flores ya existentes se plantarán unas 3.800 rosas y unas 1.715 nuevas, entre las que destacan los pensamientos o los crisántenos. Además de alegrar la vista, las plantas que se suman al proyecto serán para el disfrute de otros sentidos como el olfato. “Se transplantarán unos trece naranjos de jardín y otros trece ejemplares de galán de noche”, apunta Aponte. Todo un lujo para realzar el jardín en cualquier momento del día. De la delicia del aroma del árbol crítico al romanticismo del conocido como el árbol del amor. Una especie de la que se repartirán unas once unidades por diferentes rincones del parque. Así como las flores y los árboles aportarán color e intimidad a los espacios, las hileras de setos como el pitosporo, la madreselva o el evónimo dibujarán pizpiretos laberintos vegetales por la alameda.