Del glamour al arroyo
Recuerdo a un compañero que era exquisito en sus formas, detallista en el vestir y muy preocupado por su imagen. El problema es que, cuando tomaba una copa de más, todo eso quedaba en nada y con afanárselas por llegar a su casa de la mejor manera posible tenía bastante. Al día siguiente, siempre que comentaba la jugada, tenía una frase que consagró para la posteridad: "Pasé del glamour al arroyo", decía. Pues algo parecido le ha ocurrido a la obra "Inercias" de David Padilla. De estar ubicada en la Plaza de San Francisco, en pleno centro de Jaén, ha acabado en un vertedero.
El autor tiene un enfado del quince y motivos no le faltan. Lo curioso de la historia es que, hasta el momento en el que escribo este artículo, nadie del Ayuntamiento ha dado la cara responsabilizándose de tal acción y más bien da la sensación de que los ediles se echan la pelota unos a otros. Porque, digo yo, alguien debió dar la orden de retirada de la obra y no creo que los operarios decidan por su cuenta y riesgo lo que se retira de las calles. Por eso, sería exigible una disculpa pública y la aclaración de los motivos por los que la obra acabó en manos del chatarrero. Cuando el Partido Popular colocó diversas obras en la ciudad, hace una década, hubo muchas críticas por el coste y porque hubo quienes cuestionaron su valor. El caso es que, pasado el tiempo, forman parte del paisaje urbano, al igual que la diana ubicada frente a Renfe o la obra situada en la Plaza de la Audiencia a la que, aún hoy, pasados los años, se le sigue poniendo nombre. El vandalismo se ha cebado con ellas en numerosas ocasiones, pero lo extraño de esta historia es que, esta vez, el vándalo ha sido el propio Ayuntamiento.
La frase del día: "El arte no tiene nada que ver con el gusto. No existe para que se le pruebe". Marx Ernst (1891-1976) Pintor y escultor alemán.