Del estado de necesidad a un castigo de seis meses de cárcel
En marzo, el caso de Sebastián Medina Carreras levantó una de las mayores polvaredas judiciales jamás vistas en Jaén. Entonces, la Audiencia absolvió a este vecino de Bedmar —que pasó cinco años en prisión por maltratar a toda su familia— de un delito de quebrantamiento. Tras salir de la cárcel el 16 de agosto de 2011, el anciano tenía prohibido acercarse a su esposa, por lo que pasó varios meses durmiendo en un parque de su pueblo.
Finalmente, a la mujer le dio lástima y lo “recogió” en su casa. No obstante, la Guardia Civil denunció a Sebastián en 2012 por quebrantar la orden de alejamiento. Fue condenado a prisión por ello. Sin embargo, en marzo, la Audiencia anuló ese castigo al entender que le era aplicable la eximente de estado de necesidad “debido a unas determinadas circunstancias”. Los magistrados de la Sección Segunda se referían “a su avanzada edad —ahora tiene 78 años—, al evidente deterioro físico y a que no tenía donde ir”. Esa resolución fue enormemente criticada por la fiscal encargada de los casos de violencia machista, que habló “de indulto encubierto”. Sus críticas le valieron un boicot por parte de los jueces y el mayor cisma que se recuerda en Jaén entre el Ministerio Público y la Judicatura.
Lo sorprendente de esta historia es que Sebastián tenía más juicios pendientes por las mismas causas. En concreto, en mayo, fue condenado a seis meses de prisión por otro quebrantamiento cometido al convivir con su esposa entre mayo y octubre de 2012. Lógicamente, la abogada del vecino de Bedmar recurrió el castigo ante la Audiencia alegando que su cliente estaba residiendo con su mujer porque no tenía donde ir. Paradojas del destino, el alegato recayó en la misma sala que resolvió el polémico asunto en marzo. Y los magistrados recuerdan que son casos totalmente diferentes: “Se refiere a otro periodo de convivencia distinto (...) en el que el acusado podía irse a vivir con su hermana, pese a lo cual no lo hizo y vulneró conscientemente la orden de alejamiento”, explica la sentencia en la que se confirma la condena a Sebastián, que tendrá que entrar en prisión.