Dejen de subestimar a la sociedad

Ángel Padilla Romero desde Huesa. El caso Bárcenas debería de obligar urgentemente a los principales partidos políticos de este país e incluso a los minoritarios, para redactar una normativa en la que se legisle como controlar los actos delictivos de corrupción y, sobretodo, y más importante, que se recupere hasta el último céntimo.

    25 ene 2013 / 16:39 H.

    Personalmente he de decir que es indignante que se nos juzgue a todas las personas honradas que nos dedicamos a hacer política (que somos y han sido muchas personas) por culpa de cuatro sinvergüenzas aprovechados. Porque jamás hemos cogido mas dinero que el que venía en nómina, sin contar cuando hemos trabajado sin cobrar “nada” con el único objetivo, que era hacerlo por los demás. También quisiera decir, que los que llevamos ya un tiempo en política, nos cuesta creer que el presidente del Gobierno Mariano Rajoy no supiese que un militante del PP que empieza a ascender y llega a ser gerente nacional, ostentar secretarías en el comité federal y que se convierte en el tesorero del partido que gobierna en la actualidad y que ya era tesorero varios años antes, y que diga Rajoy que no tenía conocimiento de lo que hacía Bárcenas. Perdone señor Rajoy, pero para que personas que no tienen mucho control con estas cosas he de decir que los movimientos, decisiones, y labores varias que realiza un tesorero de un partido político, lo saben mínimo 4 personas que tienen una responsabilidad de relevancia dentro del partido, que son: presidente, secretario general, secretario de organización y el vicesecretario general; con lo cual le digo que se está riendo de un país entero negándose a asumir su responsabilidad, al igual que el resto de responsables de su partido. Personas todas ellas que defendían a capa y espada al señor Bárcenas cuando estalló el caso Gürtel, como De Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Arenas, Rato, Pujalte, Gallardón, González Pons y un largo etcétera, y todos ellos con la suficiente responsabilidad como para tener conocimiento de manera sistemática del funcionamiento de la financiación del PP y del desarrollo del trabajo del que durante 20 años ha sido el tesorero. Y no solo eso, y es que hasta hace una semana, Bárcenas seguía teniendo: coche oficial, secretaria, chófer y un despacho, y todo ello en la Calle Génova y todo ello pagado por el PP. Me temo, y me gustaría estar equivocado, que los más altos cargos políticos del PP pretenden ocultar una realidad que se ha quedado muy en evidencia con el caso Bárcenas. Ya está bien lo de y tú más, porque se pretende tapar todo esto por parte de los dirigentes y los medios de comunicación afines al PP, con lo de los ERES en la Junta de Andalucía; y es cierto que los ERES ha sido otro caso de corrupción igual de repugnante y reprobable que todos. Pero me van a perdonar que les diga que el caso de los ERES lo descubre la propia Junta de Andalucía y es ella quien lo pone en manos de la justicia para que se depuren responsabilidades; al igual que cuando se han dado otros caso de corrupción o irregularidades, es el PSOE el que cesa de militancia inmediatamente después que se demuestran los hechos y los culpables dejan de ser presuntos. Y como caso más reciente, el ocurrido en Valdepeñas de Jaén, donde el que hasta ahora era secretario general del PSOE local y concejal del Ayuntamiento ha sido suspendido de militancia y obligado a presentar su renuncia al acta de concejal, por llevar a cabo un presunto desfalco en la cooperativa de la localidad. Pues bien, el PSOE provincial de Jaén, con Paco Reyes al frente, tardaron 3 horas desde que tuvieron conocimiento de los hechos hasta que tomaron las decisión de la suspensión de militancia y la renuncia al acta como concejal, que es como se debería de actuar en cualquier sitio de este país cuando sucedan episodios de este tipo. Así que por el bien de la sociedad en general y para que a nadie se le pase nunca más por la cabeza el delinquir aprovechando su responsabilidad política o su puesto de responsabilidad que por favor se actúe con diligencia y responsabilidad por parte de los máximos responsables de todos los partidos políticos a nivel nacional y que se reúnan urgentemente para tomar decisiones contundentes que persigan la corrupción política y haya sanciones ejemplares para los que delinquen e incluso para todos aquellos que pretendan encubrir los delitos. Porque la política es una labor muy noble y necesaria para la sociedad, como para que se desprestigie por culpa de cuatro desalmados mal nacidos.