Defensa de la Competencia defiende el libre comercio y la unión en la crisis
Inmaculada Espinilla/Jaén
“Cada empresa es libre de vender los productos que quiera siempre que no abuse”. Son las palabras de Gaspar Llanes, presidente del Consejo de Defensa de la Competencia de Andalucía, en referencia a la expulsión de ciertas firmas en favor de las marcas blancas en las plataformas comerciales. Sus declaraciones son realistas y también duras.

“Cada empresa es libre de vender los productos que quiera siempre que no abuse”. Son las palabras de Gaspar Llanes, presidente del Consejo de Defensa de la Competencia de Andalucía, en referencia a la expulsión de ciertas firmas en favor de las marcas blancas en las plataformas comerciales. Sus declaraciones son realistas y también duras.
Son la descripción de la situación que el presidente del Consejo de Defensa de la Competencia de Andalucía hizo a los universitarios para explicarles la polémica surgida con algunos supermercados, que han retirado de sus estantes ciertas marcas tradicionales para promocionar las suyas propias. “La competencia es dura”, dijo.
Gaspar Llanes ofreció la conferencia “Economía y derecho de la competencia”, en la que le explicó a los estudiantes las funciones del órgano consultivo y el tipo de casos en los que trabajan. En la actualidad en 17, casi todos del sector servicios. “No se puede poner en duda que la competencia beneficia a los consumidores, aunque se deben establecer límites”, aseveró.
“La apuesta por la liberalización del mercado trajo consigo más ofertas. A cualquiera que se le pregunte si se prefiere precios competitivos o más baratos, o la seguridad de pagar siempre lo mismo, elegirá la primera opción”, apostilló el presidente del Consejo de Defensa de la Competencia de Andalucía. En este punto, recordó lo que supuso el fin de la autarquía en España con los Pactos de la Moncloa y, años más tarde, con la entrada en la Unión Europea. “Pasamos de ser de los países más pobres, estar a la cabeza del continente”, indicó.
En este punto habló de la difícil situación por la que pasa el mundo agrario y, en concreto, el aceite de oliva. Reseñó la importancia de la unión y, al mismo tiempo, auguró que la bajada de los precios supondrá que las empresas trabajen más en la investigación e inviertan más. En cuanto a los precios de los productos, explicó que los empresarios no podían negociar para fijarlos.
Por último, Gaspar Llanes comentó que en tiempos de crisis es más difícil la competencia entre las diferentes compañías, ya que los comportamientos son más “laxos”. “Cuando hay una época de crecimiento del mercado, cada compañía coge su pequeña parcela, ahora todas lo están pasando fatal. El Gobierno, ante esta situación quiere desarrollar una labor proteccionista, pero las buenas intenciones no son suficientes para que su iniciativa funcione”, concluyó.