El Betis pierde después de hacer lo más complicado

Los de Chaparro dejan escapar ante el Valencia un partido que tenían a su favor después de empatar a dos
El Betis dejó escapar un vibrante partido en Valencia y bajó a la tierra después de mostrar lo mejor y peor de su repertorio. Fue superado en la primera mitad, reaccionó de forma impecable en la segunda y acabó perdiendo con un estúpido gol de falta.

    01 dic 2008 / 13:47 H.

      Rafael Pineda / Valencia Enviado Especial
    Vibrante espectáculo el que el Valencia y el Betis brindaron en ayer noche. El conjunto verdiblanco mostró lo mejor y lo peor de sí mismo para dar un buen susto a Mestalla, aunque al final acabó doblando las rodillas de la manera más inesperada. Una falta lateral de Fernandes fue muy bien rematada por Baraja y esa acción ejecutó al Betis, que hasta entonces había aguantado muy bien el cuerpo a cuerpo con el Valencia.
    El tiroteo que se vivió en un encuentro de gran ritmo acabó con una única víctima, este Betis que por momentos fue colosal y que en otros más penosos entregó la cuchara. Europa sigue siendo un club vedado para el Betis, aunque ayer mostró algunas pinceladas positivas y cayó en el campo de uno de los grandes con la cabeza alta y en el área de su rival. Murió siendo fiel a sí mismo y jugando de esta forma, con la necesidad también de mejorar en defensa, este equipo tiene visos de agradar a sus aficionados y de intentar hacer algo importante en esta Liga tan competitiva.
    Dos argumentos incontestables salieron a escena nada más comenzar el duelo en la fría noche valenciana. El primero, que Unai Emery sabe lo que se tiene entre manos y después de dos derrotas consecutivas en casa optó por blindar el centro del campo ante la creatividad del Real Betis. El segundo, ya en verdiblanco, dictó que tanta azúcar acaba debilitando hasta a los grupos que maneja un Francisco Chaparro que ayer cumplía 66 años. El Valencia borró de la faz de Mestalla a un Betis blando y romo como en anteriores épocas. Las divisiones acorazadas levantinas, no las de Milans del Bosch, sino las encabezadas por Albelda, Baraja y Edu, pasaron por encima de la caballería ligera heliopolitana, débilmente encarnada en Aurelio, Capi y Emana. A esa superioridad en la medular se le unió la pólvora que tienen dos jugadores como Villa y Mata para dibujar un panorama desolador a los veinte minutos. Pero sólo duró media hora.
    El Valencia meneó al Betis, pero este se cabreó. Poco a poco comenzó a controlar el balón y el dominio fue para los hombres de Francisco Chaparro, que salieron en la segunda mitad con una actitud impecable. La lesión de Edu había destrozado el planteamiento de Emery y el Betis dio un paso adelante para hacerse dueño y señor del encuentro. Con Aurelio en plan mariscal, Capi y Emana, más adelantados, le dieron al equipo otro aire. Las sensaciones cambiaron de forma evidente. Emana y Capi comenzaron a carburar bien empujados por Aurelio y pronto Damiá avisó a Renan. Luego fue Juanma el que hizo el 2-1 y Mestalla quedó silenciada cuando Emana anotó el 2-2 desde el punto de penalti. Marchena había sido expulsado y el partido se le puso en franquía para los verdiblancos. Lo más difícil estaba hecho cuando quedaban todavía más de veinticinco minutos para el final.
    La vibrante segunda parte tenía guardada alguna sorpresa más. Con un ritmo frenético y en un ambiente de ida y vuelta, los verdiblancos mostraron su imagen más blanda en una falta lateral que Baraja aprovechó para hacer el 3-2. A partir de ahí inició un acoso total sobre la portería de Renan, aunque acusó el inesperado golpe y apenas si pudo crear una ocasión de gol para empatar. El miedo rondó Mestalla hasta el último minuto de un encuentro apasionante. Chaparro lo intentó todo con Pavone y Diego Segura, pero ya no fue posible. Cayó con las botas puestas.