06 jul 2014 / 22:00 H.
Ha llegado el verano, tiempo de descanso y de momentos familiares entrañables. En la residencia ya se nota su llegada, pues las salidas de los residentes y las visitas se intensifican. Hay todo tipo de planes, lo más común es que los mayores disfrutemos de hijos y nietos unos días en la playa, en las caserías y en nuestros maravillosos pueblos, que en esta época celebran sus fiestas patronales. Recuerdo que en mi juventud íbamos a la piscina, ya les he contado que había turnos de baño femeninos y masculinos. Otros días tomábamos el autobús al Puente de la Sierra para ir a los Cañones y bañarnos en los chilancos que se formaban en el discurso del río. El más famoso era el llamado de la piedra lisa. La playa siempre fue mi opción favorita, de niño iba a Torremolinos. Ahora mi playa es Calahonda y este año volveré como siempre a disfrutar de mi familia. También espero con mucha ilusión ir a la piscina de Las Fuentezuelas con mis compañeros de la residencia y para culminar haremos la tradicional excursión que llamamos del “pescaíto” a la costa granadina. Les deseo un verano lleno de sol y buenos momentos.