De Jaén a Córdoba por el autismo

Los participantes salieron ayer, sobre las 2 y media de la tarde, desde la Avenida de Andalucía de Jaén, y está previsto que lleguen a la meta (Córdoba) hoy, sobre las 12 del mediodía. Realizarán, por tanto, gran parte del camino en plena noche, aunque contarán con asistencia continua —dos personas en bicicleta— y un coche de apoyo cada 10 kilómetros, para aprovisionarlos de bebida y comida y todo lo que necesiten.
El objetivo principal de esta iniciativa es, por encima de todo, el de derribar los mitos, los tópicos y la imagen errónea que se tiene de las personas con autismo. La presidenta de “Juan Martos”, Manuela Gálvez, reconocía en el manifiesto —leído antes del comienzo de la carrera— que los familiares son los primeros en caer en esa piedra de los prejuicios, desde ese momento en el que llega el diagnóstico y se les “viene el mundo abajo”. “La mayoría de nosotros no sabíamos nada del autismo hasta que llegó a nuestras vidas”, afirmó Gálvez. “Pensamos en el niño que vive como en una burbuja de cristal, el solitario, y hasta hemos hecho alguna vez chistes o usado la palabra autista como insulto. Dejamos de ver a la persona”, añadió la presidenta del colectivo.
“Hace falta concienciar y sensibilizar a la sociedad”, remarcó Ramón Marcos Contreras, un jiennense que ya hizo otro reto similar, “12 cumbres ya por el autismo”, y que es uno de los impulsores de “¡1, 2, 3, ya! Autismo sin mitos” junto con Antonio Navarro y Pablo Encinas. “En este caso lo que queremos es derribar los mitos del autismo; por ejemplo, ese que dice que los niños con autismo no tienen sentimientos o se aíslan en sí mismos, que juegan todo el rato solos, y esas ideas queremos erradicarlas. No es así: simplemente, hay que ayudarles a que se relacionen”, aseguró el deportista antes de la salida, a las puertas de la sede de la asociación “Juan Martos”.
“La idea es un reto deportivo extremo para llamar la atención el máximo posible sobre qué es el autismo y desmitificarlo”, remarcó el presidente de “Autismo Córdoba”, Miguel Ángel López. Gálvez aseguró que, aunque ardua y “llena de obstáculos”, educar y ser parte de la vida de las personas con autismo es “una carrera que vale la pena”. Para ello, la presidenta del colectivo jiennense abogó, en primer lugar, por una educación en la que los pequeños con este trastorno reciban “el trato adecuado en las escuelas” y, en segundo, por un trabajo de sensibilización, de visibilizar a las personas autistas y a sus familias. “Hay que estar orgullosos, mostrarle al mundo que nuestros niños y nuestros mayores son únicos, especiales. Decir fuerte: amo a alguien con autismo”, concluyó Gálvez en su manifiesto.