De Friedman a Keynes

José María Morillas Mediano/Desde Mancha Real. Es lo mismo que decir de Rajoy a Zapatero o de Aznar a Felipe González. Milton Friedman y John Keynes son herederos ideológicos de Adam Smith, el autor de “La Riqueza de las Naciones”, donde escribe que había una mano invisible que guiaba a la economía capitalista por la cual la suma de los egoísmos responsables repercutiría en beneficio de toda la sociedad y el desarrollo de la economía.

    31 may 2012 / 11:12 H.

    ¡Así nos va! Las regulaciones sociales por parte del Estado, desde este punto de vista, resultaban poco deseables. Es famosa la frase liberal: “Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même”. (Dejad hacer, dejad pasar, el mundo va solo). Friedman y Keynes son las dos vertientes de pensamiento del capitalismo democrático que se recicla después de la II Guerra Mundial por temor al avance del comunismo en Rusia y en China. Friedman (Nueva York, 1912 -2006) fue un destacado economista, profesor de la Universidad de Chicago. Defensor del libre mercado le preocupa la inflación, lo que traducido en lenguaje sencillo le preocupa que los sueldos de los obreros no suban por encima del IPC. Se propone controlar todo el dinero en circulación, aplicando políticas de austeridad en el gasto público y sobre todo le preocupa el adelgazamiento del Estado en toda su extensión, incluida la sanidad, la educación y las pensiones que también deberán ser controladas por el capital privado; con sus mismas palabras “quitarle grasa al Estado” que en nuestro lenguaje significa arrebatarle al pueblo llano sus únicos bienes, estos son la educación, la sanidad y las pensiones públicas para que especulen con ellas las grandes compañías de seguros y los bancos. Y también se preocupa de reducir los impuestos a los empresarios y al mismo tiempo propone que estos reduzcan el sueldo a sus trabajadores para hacer disminuir la inflación. Y así, de esta forma tan magistral, gran economista, un verdadero lumbreras, cierra el círculo de su pensamiento liberal que tanto daño nos está haciendo. John Keynes, (1883 -1946) fue un economista británico, considerado como uno de los más influyentes del siglo XX, cuyas ideas tuvieron una fuerte repercusión en las políticas económicas socialdemócratas, impregnando al capitalismo de un rostro más humano. Propone engordar, con ciertos límites, los bienes del Estado, aumentar las inversiones públicas para crear empleo y mantener una calidad técnica competitiva (el famoso I+D) en períodos de recesión. Y también, propone que se paguen más impuestos progresivos (que pague más el que más tiene) que deben ser más altos en tiempos de bonanza para evitar que el Estado caiga preso en manos de los mercados especulativos en tiempos de recesión. En la época de Zapatero se optó por políticas económicas keynesianas, fomento de la obra pública (embellecimiento de pueblos y ciudades en toda España y fuertes inversiones en infraestructuras) para combatir el desempleo al principio de esta dura crisis económica. Todas estas políticas fueron furibundamente atacas por la derecha (despilfarro y corrupción, decían). Políticas que fueron cortadas de cuajo por el Banco Central Europeo por el Fondo Monetario Internacional y por Alemania en mayo de 2010 (la banca alemana y el Estado alemán se están aprovechando de la crisis con un descaro descomunal, sacándose la espina de la derrota de las dos guerras mundiales) porque decían que se iba a crear una enorme inflación en toda la eurozona (lo mismo que decía Friedman). Con la llegada de Rajoy al poder y la vuelta a las políticas de Friedman, se vuelve a la economía de la austeridad con un fanatismo ultraliberal a prueba de bomba, recortando millones de euros en políticas sociales sin entender que hay millones de españoles y españolas que lo están pasando mal sin tener ninguna culpa. Por este motivo, el PP ha perdido toda la credibilidad que los once millones de españoles les otorgaron ¿tantos neoliberales hay en España?, ¿ tantos ricos hay este país? Con la llegada de Hollande en Francia se vuelve la mirada a Keynes, se abre una vía de esperanza en toda Europa, pero no nos engañemos, una sola persona no puede hacer nada ante esta avalancha neoliberal. Hará falta la lucha de miles de persona anónimas en toda Europa para volver a la senda del crecimiento, y el mantenimiento de la educación, la sanidad y las pensiones en el sector público. Y que la canciller alemana acepte subida de la inflación (subidas salariales, estímulos a la inversión con un BCE que preste dinero a los estados con problemas).Pero lo mejor es que esta señora pierda las elecciones el año que viene y que se puedan eliminar las políticas de austeridad, que son ideológicas. Una ideología que está haciendo mucho daño a la ciudadanía mundial.