DAVID NAVARRO.- El humor que ejerce de mejor embajador de Jaén
Pepi Galera
Su segundo apellido es Martos pero bien podría ser “de Jaén, Jaén”. Todo aquel que haya escuchado tan solo unos minutos de cualquiera de las decenas de monólogos de David Navarro, bien claro lo tiene. Jaén, para amarla y también para criticarla, cuando es necesario, es su tierra, su bandera. Y, cómo no, su mejor fuente de inspiración para esto de hacer reír, tarea en la que lleva ya todo lo que va de siglo XXI. Es el premio Jiennense del Año de Cultura 2012 por esas mismas razones: una trayectoria intachable en el mundo de la comedia y un embajador de esta tierra por cada escenario que pisa.
Su segundo apellido es Martos pero bien podría ser “de Jaén, Jaén”. Todo aquel que haya escuchado tan solo unos minutos de cualquiera de las decenas de monólogos de David Navarro, bien claro lo tiene. Jaén, para amarla y también para criticarla, cuando es necesario, es su tierra, su bandera. Y, cómo no, su mejor fuente de inspiración para esto de hacer reír, tarea en la que lleva ya todo lo que va de siglo XXI. Es el premio Jiennense del Año de Cultura 2012 por esas mismas razones: una trayectoria intachable en el mundo de la comedia y un embajador de esta tierra por cada escenario que pisa.
“Empujado” por sus amigos, pisó por primera vez las tablas y cogió un micro. Ellos sabían que era lo que a él le gustaba, lo que quería. Fue, recuerda, en el pub La Mandrágora. “Sería por el año 2000 o 2001”, dice. Y ahí empezó todo. Un joven licenciado en Derecho, en la Universidad de Jaén, que de día estudiaba las oposiciones para la Junta de Andalucía y, de noche, perfeccionaba por los escenarios de Jaén, llenos de amigos, ese género llegado desde Estados Unidos, el “stand-up comedy”, que empezaba a estar tan de moda en España. “El Bolli”, en esta atestada agenda, también sacaba tiempo para jugar en las categorías inferiores del Real Jaén. Como se diría en jaenero, la “lengua” que David Navarro bien ha patentado, “un parto bien aprovechao”.
El “hito” inicial de su carrera fue la grabación, en 2003, de su primer monólogo con Paramount Comedy, el canal que ofrece una parrilla cómica desde 1999 para toda España. Fue La Copa nuestra de cada día y trataba de salir con los amigos y las cosas que David se “encontraba” por la calle. Aunque la grabación se hizo en 2003, recuerda, llevaba unos meses antes con las pruebas en Paramount y la preparación del texto. Desde este momento, se abrió otra etapa para el jiennense. Compaginaba su trabajo, primero, en la Delegación de Asuntos Sociales, en el área de Adopciones Internacionales, y después, en la Delegación de Obras Públicas de la Junta, con las idas y venidas a Madrid, las grabaciones y actuaciones.
En 2007, recibió una llamada de teléfono le cambiaría la vida. Al otro lado de la línea, Ángel Martín. Dejaba de ser director de Nuevos Cómicos en Paramount Comedy para irse a Sé lo que hicisteis, en La Sexta. Y la pregunta para David Navarro fue: “¿Quieres ser director de Nuevos Cómicos?”. “Le contesté que no, pero una semana después, al darle muchas vueltas, lo llamé para aceptar el puesto”. Y así fue como tomó la que es, quizá, la decisión más importante de su vida profesional: renunciar a ser funcionario, “tener la vida solucioná”, para trasladarse a Madrid y dedicarse en cuerpo y alma a la comedia.
Coordinador de Nuevos Cómicos en la cadena durante cinco años, David Navarro continuó grabando nuevos monólogos —el pasado mes de enero firmó el decimotercero— y actuando por toda España. De hecho, a golpe de memoria, dice, no hay ninguna provincia que recuerde a la que no haya llevado alguno de sus espectáculos. Pero esto no era suficiente para “el cómico más trabajador”, tal y como lo definen sus compañeros. También dirigió y presentó, durante dos años, el programa Smonka! A pico y pala y dio vida, En Noche Sin Tregua y Solo ante el peligro, a “El Enrea”, un mecánico andaluz con mucha mala leche, a un sheriff americano “El hijo de Utah” y a “Manolo Navarro”, un veterano de la guerra del Perejil. Papeles que, además, compaginó con apariciones en series como Muchachada Nui, La Familia Mata y Aída, el programa de Buenafuente y las campanadas de Nochevieja de 2010 en Televisión Española. Un currículum que también refleja una sección en el programa La hora de Jaén, en Canal Sur Radio; colaboraciones en el programa A vivir que son dos días, en La Ser, y, por supuesto, “Así está la cosa”, sección semanal que firmó durante dos años para Diario JAEN. Un repaso a la actualidad, a los personajes y a las situaciones más curiosas, con el sello inconfundible de David Navarro.
Ahora, desde su exilio voluntario en Madrid, confiesa, que no le gustaría alargarlo en exceso. “Que los pisos en Jaén están más baratos”, bromea. Pero sí, si su tierra le ofreciera mínimamente las oportunidades laborales de Madrid, no dudaría en volver a cruzar Despeñaperros de vuelta con la maleta. Y con los brazos abiertos esperaría su tierra a uno de sus mejores embajadores que tiene el humor como arma.
“Es el mejor premio que te puede hacer tu tierra”
Pepi GaleraDavid Navarro, desde Madrid, preparando su actuación en Ibiza de este fin de semana, habla de nuevo del gran regalo que es para él ser Jiennense del Año y lo hace con un repaso a su carrera y a lo que le queda por delante.
—Fue en el Pub La Mandrágora la primera vez que actuó ante el público. ¿Cómo lo recuerda? ¿Qué queda de aquel cómico en ciernes?
—Estaba muerto de miedo, pero rodeado de amigos, por lo que fue todo bien. A raíz de ese día, empecé a estudiarme a mí mismo, para ir hacía delante. En la actualidad, conservo a todos aquellos amigos y, como cómico, tengo el mismo miedo antes de la actuación. He avanzado en la técnica, pero la ilusión la mantengo intacta.
—Dejó su plaza de funcionario en 2007, cuándo la crisis aún no era tan profunda. ¿Lo haría ahora?
—Sí. Me costó tomar la decisión, sobre todo, porque estudié mucho. Después de seis años en la Universidad, me preparé muchísimo las oposiciones, presentándome año tras año en Sevilla. Me costó dejarlo por todo aquel esfuerzo y sabía que, a partir de ahí, ya no volvería. Mientras que era interino, ya actuaba y muchas veces tenía que ir a trabajar casi sin dormir. Además, tenía que seguir estudiando para conseguir la plaza. No tenía tiempo para todo y sabía que quería seguir actuando.
—Y ahora, ¿se ve en esto toda su vida?
—La verdad es que no lo sé y tampoco me importa mucho. Lo que hago me gusta y disfruto, sigo preparando proyectos para ver hasta dónde puedo llegar, pero no me planteo más allá. No soy una persona de ponerme metas, nunca sabes dónde puedes acabar.
—Está ya de más decir el lugar que ocupa Jaén en cada uno de sus espectáculos. En muy pocas palabras, ¿qué diría que significa para David Navarro esta tierra?
—En pocas palabras me cuesta muchísimo. Siempre digo lo de “de Jaén, Jaén” y creo que es lo que me define, repetirlo hasta la saciedad en todos sitios. Diciendo que soy “de Jaén, Jaén” es suficiente y creo que por eso me ha jodido tanto empadronarme en Madrid. Sé expresar mucho mejor en los monólogos lo que es para mí Jaén, mi casa.
—Este no es el primer reconocimiento que recibe de su tierra. Fue pregonero de la Feria de San Lucas en 2007. ¿Cuál le sorprendió más?
—No podría elegir. Me sorprendieron los dos porque pensaba que tendría que tener más trayectoria. Son los mayores regalos que te puede dar tu tierra y me quedo con saber que significa que se valora lo que hago.
—¿Qué sueño le queda en la comedia?
—Me gustaría hacer un espectáculo propio en Madrid, de calidad; que la gente conozca lo nuevo de la comedia y actuar con gente como, por ejemplo, Faemino y Cansado, que sería increíble.